“O se opta consciente y reflejamente, o la opción de nuestra vida se realiza sin que ni siquiera caigamos en la cuenta de ello. Pero en cualquier caso, nuestra vida y nuestra acción se inscriben en uno de los sectores contendientes. No hay marginados frente al conflicto social; hay sencillamente, contendores abiertos y contendores solapados, luchadores convencidos y tontos útiles. Demasiadas veces, y más por ingenuidad que por mala voluntad, los universitarios formamos parte de este último grupo. Todos estamos comprometidos: resta saber por quién”.
Ignacio Martín-Baró

martes, 3 de junio de 2025

Escalada represiva en la UCR

Hace tan solo unos minutos en el Consejo Universitario de la UCR, Eduardo Calderón (representante del área Ingeniería), propuso que la Unidad Especializada de Intervención (adscrita a la presidencia) brinde "criterio técnico" para la "prevención" (pero claro se trata de intervención) de situaciones de conflicto a lo Universidad, su justificación es que una protesta puede ser aprovechada por agentes externos para provocar conflictos violentos.

Esta "propuesta" viene justo después de que se discutiera en el CU la vergonzosa respuesta de las autoridades de la Escuela de Estudios Generales (encarnada en la prepotencia de Minor Agüero, jefe adminsitrativo) y la actuación intimidatoria de la seguridad universitaria ante la protesta legítima de estudiantes. Este es el contexto de lo que propone Eduardo Calderón.
La narrativa que se intenta imponer: estudiantes violentos, protestas violentas e irrespetuosas, agentes externos que quieren provocar violencia y dañar a la U. No quieren voces disidentes, y si hay protestas que no incomode (por la acera y vestidos de blanco, como pidió Henning Jensen en su momento). Llaman a la unidad, al diálogo, llaman a defender la U, pero su unidad significa no opinar distinto, su diálogo es con amenazas de sanciones o con agentes de seguridad armados, su diálogo se ejerce desde el poder represivo, su defensa de la universidad es que no se denuncien las irregularidades.
Hablan de autonomía universitaria, pero solo cuando les conviene, porque no tienen ningún empacho en meter unidades represivas en la universidad. Para combatir al supuesto "enemigo externo" (curiosa expresión que también se usó en las dictaduras del cono sur) hay que traer al agente externo, al verdadero enemigo ubicado en casa presidencial, hay que traer a una unidad especializada en represión. Unidad. Diálogo.
La fachosfera saca pecho en la U, docentes y administrativos se pliegan. Una oscura nube represiva, con tintes fascistoides, se posa en nuestra Universidad, el intento de Eduardo Calderón es tan una pequeña muestra más. Pero me temo que se viene lo peor.
La protesta es un derecho legítimo, no es un delito, nos pueden gustar o no los motivos que la originan, pero es necesaria. Si la misma universidad cierra los espacios legítimos de expresión estudiantil y criminaliza esas voces, dejamos de ser universidad.
¿Y el SINDEU? Muy bien gracias. Llama a la unidad.