“O se opta consciente y reflejamente, o la opción de nuestra vida se realiza sin que ni siquiera caigamos en la cuenta de ello. Pero en cualquier caso, nuestra vida y nuestra acción se inscriben en uno de los sectores contendientes. No hay marginados frente al conflicto social; hay sencillamente, contendores abiertos y contendores solapados, luchadores convencidos y tontos útiles. Demasiadas veces, y más por ingenuidad que por mala voluntad, los universitarios formamos parte de este último grupo. Todos estamos comprometidos: resta saber por quién”.
Ignacio Martín-Baró

miércoles, 30 de octubre de 2013

Apunte Poblano

Puebla, México.

Mucho más tranquilo Puebla, esta ciudad no tiene el ritmo frenético del DF. Se respira tranquilidad, lo que no quiere decir que no existan contradicciones. La pobreza es evidente y es muy claro que la gente la anda pulseando por todo lado para medio vivir, y en la mayoría de los casos mal vivir.

En Puebla hay demasiadas iglesias, desde el balcón del hotel Victoria, en el que me hospedo, puedo ver cuatro iglesias, estoy a tres calles del Zócalo. El gobernador es el PAN. Lo que hace sospechar que esta ciudad es algo conservadora.

En todo caso, acá se respira tranquilidad, hay muchas librerías, la Benemérita Universidad de Puebla está desperdigada en varios puntos del centro en edificios hermosos y muy bien cuidados. Se siente la presencia de la Universidad en el centro. Es posible ver a estudiantes tocando violín en las bancas del parque, que está lleno de vida a toda hora. Este parque es realmente hermoso y siempre hay niños, siempre hay familias, parejas queriéndose... pero también se dejan los milicos.

Como en estos días está cerca el 2 de noviembre (día de muertos) por las tardes los niños andan disfrazados y piden algo para su calabacita: "quiere cooperar con mi calabacita" (léase en acento mexicano, es muy chistoso). Hoy vi a un niño de dos años vestido de momia, se veía muy divertido,  no andaba la cámara. Todos los comercios estan adornados para la ocasión.  Esto es realmente una fiesta. 

El congreso de ALED tiene un ritmo frenético, muchas mesas a la vez, al menos 6 ó 7. He escuchado ponencias tremendamente interesantes y otras que no.  Así pasa. Mi presentación en el congreso la califico de exitosa, se armó una buena discusión sobre el carácter de la educación y siempre impacta ver el contenido de los textos de educación cívica. Textos que, muy a pesar de los que dicen los sortilegios de la admiración a Garnier, se enmarcan en una lógica neoliberal y de sostenimiento del poder. Al menos la enunciación desde el poder esa, los textos educativos de cívica domestican, buscan internalizar la ley (ese es uno de los ejes transversales del programa y de los textos). Así que, como dije, muy a pesar de los aleteos del admirador garneriano, la reforma está enmarcada en ese contexto, ahora que la reforma también brinde mejores y mayores elementos para el trabajo en el aula, eso no borra el carácter domesticador y claramente ideológico del programa. Hay quiénes con las migajas y un confite de asesor se pierde. Pero la discusión en el congreso realmente refrescante, venezolanos, mexicanos, uruguayos, chilenos, colombianos y brasileños entre el público.

Por cierto que algún momento, respondiendo a algunas de las preguntas, mencioné aquellos del "ejército de maestros". Una brasileña me preguntó ai aquello era una metáfora, y le conté de la construcción del imaginario de la paz, y que no tenemos ejército, y entonces me pregunta cómo mos defendemos, hago un gesto de pregunta y le respondo defendernos de qué. Ella lo piensa bien y me dice que le cuesta pensar un país son ejército no porque apoye la existencia dde fuerzas armadas, sino porque son parte de la vida del país, está naturalizada su existencia. Y he notado que en general a la gente le cuesta creer que no haya ejército. Lo lamentable es como "nuestra" policía cada dia avanza con paso firme al militarismo, tal vez sea exagerado decirlo así, pero como mínimo avanza al sostenimiento del autoritarismo.

Bien, pues el congreso resulta una gran oportunidad para pensar desde otros lugares. Por cierto que los brasileños tienen un gran nivel, me parece que por encima de la media, una lástima que la barrera del idioma aleje a mucha gente.

Lo dejo acá. Solamente mencionar que la comida en este país infinito es realmente una maravilla.