“O se opta consciente y reflejamente, o la opción de nuestra vida se realiza sin que ni siquiera caigamos en la cuenta de ello. Pero en cualquier caso, nuestra vida y nuestra acción se inscriben en uno de los sectores contendientes. No hay marginados frente al conflicto social; hay sencillamente, contendores abiertos y contendores solapados, luchadores convencidos y tontos útiles. Demasiadas veces, y más por ingenuidad que por mala voluntad, los universitarios formamos parte de este último grupo. Todos estamos comprometidos: resta saber por quién”.
Ignacio Martín-Baró

miércoles, 8 de agosto de 2012

Cita al futuro...

¿Sabe usted que va a hacer el 14 de marzo de 2014? ¡Pues yo sí! Y no es que me haya vuelto adivino, no, para nada. Lo que va a ocurrir el próximo 14 de marzo de 2014, es que tendré una cita en el Hospital Calderón Guardia para hacerme un ultrasonido en el tobillo. Lo supe luego de hacer una fila enorme, posiblemente si me hubiera levantado más temprano hoy, digamos a las 4 de la mañana me hubiera tocado en febrero o mediados de enero de 2014, o con suerte en 2013, pero nadie me tiene desayunando y llegando tan tarde (8 a.m.) al Hospital por un simple ultrasonido, ¡Mea culpa!

Cuando vi la fecha lo primero que pregunté es si lo que decía era cierto o me estaban chingando, la secretaria toda digna dijo, "sí, esa es la fecha", y yo le replicó aún incrédulo "¿es en serio?", y ella nuevamente responde "sí, esa es la fecha". Le señalo a la secretaria (que no era gorda ni comía papaya como la personaje cliché de Jiménez) que en la referencia médica dice "Urgente", y ella me responde que "no hay citas antes", y le respondo no puede ser, que sencillamente dentro de dos años no tiene ningún sentido una cita, porque o ya me curé o no tengo pie, y para no perder la cita me lo hago en el derecho y no en el izquierdo. Y ella me insiste que no hay citas antes, ¿y qué tengo que hacer para que me atiendan? ¿meter un recurso de amparo?, pues hable con su doctor me dice, ¿con mi doctor? ¿acaso los doctores redactan recursos de amparo? ¡además es doctora! Y me quedo dudando qué hacer frente a la ventanilla.

A todo esto, mientras hacía esa interminable fila que me lanzó de golpe al 2014, la sala de espera - para que los que sí sacaron una cita, tal vez en el 2009 y cuyas dolencias sobrevivieron como para ser mostradas en Rayos X o ultradonidos -, estaba hasta la madre. Gente quebrada y otros todos chuecos. A la par de la fila al futuro (que era la mía) había dos camillas, en una, una señora de unos casi sesenta años muy dolida de algo y lista para ser operada, bueno no sé, en ropa de hospital, la cosa es que se le notaba sufriendo. A la par, en otra camilla un señor con cara de resignación, sin moverse con los brazos en X sobre el pecho y mirando al techo. A la vuelta de la pared, otra camilla, y de una puerta no dejaban de pasar pacientes en camilla, y cada vez que pasaban los doctores "muy amablemente" pedían campo a los estorbosos que esperaban la cita del futuro lejanísimo. Un espectáculo patético, digno de un hospital de tercer mundo, digno espectáculo de un país cuyos políticos y empresarios han destruido la Seguridad Social, o sea un espectáculo patético, deprimente y decadente.

Es impresionante cómo las decisiones de los tecnócratas y corruptos al frente de un gobierno (han sido varios en realidad) pueden generar este estado de caos, esta sensación de impotencia, esta impunidad, porque ¿acaso la secretaria tiene la culpa? Pues no, pero ¿a quién carajos le reclamo? ¿cuál de los corruptos que se ha robado la CCSS da la cara? ¿dónde putas está Eduardo Doryan? Recordé con mucho cariño a Elieseo Vargas y Emilio Bruce (impune, profesor en la UCR). Me acordé de los dueños de la Clínica Bíblica, y que ese edificio en el centro de San José debería ser de la CCSS, porque de todas formas se debe haber construido con los fondos públicos que se trasladaron en ese mecanismo espurio y corrupto de la "venta de servicios", decisión también tomada por los amigotes que tenían en el gobierno. Es un gran negocio, como "no hay dinero" no hay equipo, y si no hay equipo las citas serán algún día, eso si el equipo funciona, y como es urgente hacerse la maldita radiografía, uno se la hace en un centro privado, ¿y si uno no tiene plata? Se jodió. A eso es lo que llaman economía de mercado, esta es la maravilla y el paraíso que nos anuncian desde hace treinta años., esto es... nada más y nada menos que el capitalismo.

La CCSS está en crisis y sus efectos directos los sufrimos todos, bueno no todos, hay un sector que hace clavos de oro, y ya ven siguen construyendo sus modernos hospitales-hoteles, son a los que va la presidenta (sí con minúscula) y la gente de su clase, pero también los nuevos ricos, los engañados y a los que no les queda otra y empeñan casi la vida que está a punto de perderse.

¡Un ultrasonido para el 14 de marzo de 2014, qué falta de respeto! y pensar que esto es el efecto de alguna decisión que tomaron los neoliberales en una mesa... que ni siquiera fue la de la Junta Directiva de la CCSS, seguramente fue en una mesa de tragos, celebrando su gran negocio... ya saben no soy adivino, pero puedo apostar a que así fue.