“O se opta consciente y reflejamente, o la opción de nuestra vida se realiza sin que ni siquiera caigamos en la cuenta de ello. Pero en cualquier caso, nuestra vida y nuestra acción se inscriben en uno de los sectores contendientes. No hay marginados frente al conflicto social; hay sencillamente, contendores abiertos y contendores solapados, luchadores convencidos y tontos útiles. Demasiadas veces, y más por ingenuidad que por mala voluntad, los universitarios formamos parte de este último grupo. Todos estamos comprometidos: resta saber por quién”.
Ignacio Martín-Baró

lunes, 31 de octubre de 2011

El país más feliz del mundo

Según una encuesta Costa Rica es "el país más feliz del mundo".

Y resulta que en el país más feliz del mundo los políticos quebraron la Caja del Seguro social y la quiere arreglar con libre mercado, maquillan los estados financieros relativos a las pensiones, y no se quieren tomar decisiones.

En el país más feliz mundo se celebra la apertura de las telecomunicaciones que nos traerá, por fin, los altos precios del primer mundo.

En el país más  feliz del mundo los políticos no van a la cárcel cuando se les encuentra culpable de un delito (o varios), se suaviza su pena para que la "cumplan" en su casa.

En el país más feliz del mundo el dueño del partido de la acción ciudadana pacta un paquetazo fiscal con el gobierno a espaldas de su partido, y por supuesto de la ciudadanía.

En este país, el más feliz del mundo, lo  pueden matar a uno para robarle un ipod, una bici o un celular, y el gobierno en lugar de buscar políticas de redistribución de la riqueza, no sólo anuncia mano dura, sino que está perdido... pero en todo.

En el país más feliz del mundo matar un humedal es tan solo una "afectación" que se puede arreglar pagando la multa, que un trabajador muera y 200 se enfermen por las condiciones insalubres de las instalaciones en las que dormían, se oculta, porque de por sí son nicaragüenses, porque en el país más feliz del mundo hay tanta xenofobia como para celebrar que un perro se coma a un nica.

En el país más feliz del mundo una ministra amenaza con una hecatombe si se aprueban impuestos a las zonas francas, y no es ni siquiera amonestada por la presidenta que impulsa el impuesto.

En éste, el país más feliz del mundo, el oficialismo cuando pierde el directorio legislativo se niega a dejarlo.

En el país más feliz del mundo un diputado oficialista tiene muchas demandas y denuncias en su contra por extorsión, estafa y otras bellezas.

El país más feliz del mundo tiene un partido político que se autodenomina libertario pero es derecha, casi llegando a la ultra.

El país más feliz del mundo es el más caro de Centroamérica, y unos más caros de la Latinoamérica, no se le paga el salario mínimo a 300.000 trabajadores y trabajadoras, y es prohibido el derecho constitucional a sindicalizarse.

En el país más feliz del mundo el dueño de todo se puede reelegir quebrando voluntades y violando la constitución que prohíbe la relección, y por si fuera poco lo hace con fraude.

En el país más feliz del mundo, la socialdemocracia es neoliberal, y el partido que dice defenderla es una maquinaria electoral que defiende los intereses de los poderosos.

En el país más feliz del mundo hay democracia, pero no podemos tomar decisiones sobre el rumbo económico del país, eso es de resorte exclusivo de los dueños y los bancos.

En el país más feliz del mundo las carreteras dan lástima (cuando no chicha), los puentes se caen y la platina de un puente no se puede arreglar en menos de dos años.

En este país tan feliz, Autopistas del Sol se forra de dinero con una carretera llena de riesgos y mal diseñada, y no pasa nada.

En el país más feliz del mundo un arzobispo manda a las mujeres a recatarse, y un obispo mexicano las manda a la casa, la presidenta no dice nada y los medios condenan a quienes protestan por semejantes sentencias dignas del Siglo XIII.

En el país más feliz del mundo la navidad empieza en octubre.

En este país lleno de felicidad, un señor, cuando era diputado, conduce ebrio y mata a un trabajador que se dirigía a su casa, el director del Centro Penitenciario La Reforma maneja bien borracho, choca 12 vehículos y se da a la fuga, pero no pasa nada, llegarán a un arreglo.

En el país más feliz del mundo, el gobierno se niega a darle el presupuesto que necesitan las Universidades Públicas, y se favorece a las universidad privadas.
Y como dice Adriana Sánchez, en el país más feliz del mundo, el único programa de debate es "Zona técnica".

En el país más feliz del mundo los diputados impulsan como primer proyecto el duplicarse el salario, dicho sea de paso el impulso inicial lo dio el Ministro de la Presidencia, que luego se quitó ante la indignación generalizada.

En el país más feliz del mundo la dirección de seguridad e inteligencia espía a los ciudadanos críticos con el gobierno, y se utilizan recursos públicos para espiar a los dirigentes sindicales.

En este país tan feliz, el gobierno defiende los intereses de Infinito Gold que quería destruir, con su actividad minera, la zona norte del país.

En el país más feliz del mundo la presidenta le pide a los gamonales de San Carlos que se unan contra los ambientalistas.

En el país más feliz del mundo, la presidenta... está más perdido que el güila de la Llorona...



Pero no todo es negativo en este "el país más feliz del mundo", ganamos una medalla de oro en los Juegos Panamericanos.