“O se opta consciente y reflejamente, o la opción de nuestra vida se realiza sin que ni siquiera caigamos en la cuenta de ello. Pero en cualquier caso, nuestra vida y nuestra acción se inscriben en uno de los sectores contendientes. No hay marginados frente al conflicto social; hay sencillamente, contendores abiertos y contendores solapados, luchadores convencidos y tontos útiles. Demasiadas veces, y más por ingenuidad que por mala voluntad, los universitarios formamos parte de este último grupo. Todos estamos comprometidos: resta saber por quién”.
Ignacio Martín-Baró

miércoles, 7 de agosto de 2019

Sobre la dirección del Semanario Universidad

Desde hace algún tiempo he dicho que el Semanario Universidad ha dejado de ser un medio crítico e incómodo. ¿Es esto responsabilidad de Ernesto Rivera? Sí y no.

No, porque el viraje se dio desde hace tiempo. Recordemos que la administración Jensen desde su inicio se planteó borrar todo lo que se había hecho en la administración González. Recuerdo a Roberto Salom, Vicerrector de Acción Social en ese momento, diciendo que el Semanario debía ser un "medio académico" y que no le gustaba el "sesgo" que tenía el Semanario, nunca dijo claramente cuál era ese sesgo. Otro tanto decía Miguel Guzmán, en aquel tiempo asesor de la Rectoría. Para darle ese giro, para ser un "medio académico" trajeron a Mauricio Herrera, luego Ministro de Comunicación del gobierno de Solís. Cuando se fue Herrera quedó Rivera. Recordemos la polémica que se generó con la salida de Martínez, recordemos que antes el Director (a) del Semanario era escogido por el Vicerrector.

En aquel momento, el CU era un vergonzoso coro del Rector, y Rivera fue nombrado. Así que continuó con la línea de su antecesor: un medio pro-PAC y ultra dócil con las autoridades universitarias. El apoyo al Gobierno, es más que evidente, y parece que es el giro que deseaban las autoridades. No es de sorprender entonces que voces cercanas al gobierno o al PAC apoyen que Rivera siga al frente del Semanario. Y bueno, cada quien es libre de opinar lo que le de la gana, solo que sería más honesto dejar de jugar de neutrales (ideológicamente hablando). Fíjense quiénes defienden a Rivera y saquen conclusiones.

Ahora, también hay que decir que la carta que han publicado los Decanos y Directores es de una torpeza política enorme. Además que vaya firmada por el Decano de Derecho le da un tufo de revanchismo que sólo alimenta el morbo. La carta en sí misma, pero además con la firma de Chirino, básicamente convierte en mártir a quién no lo es, Rivera no es un mártir ni un adalid de la libre opinión y menos aún del pensamiento crítico, es un periodista, desde mi punto de vista, mediocre y conservador.

En fin, será el Concejo Universitario el que deberá decidir, y para eso existe un Reglamento. Además es importante señalar que Rivera intentó hacer una interpretación, para decirlo bonito, sui géneris, y solicitó al CU una prórroga de su nombramiento, sin el debido procedimiento (oficio SU-112-2019). El CU en oficio CU-587-2019 le respondió que el procedimiento estaba claramente establecido en el Reglamento y que por lo tanto su solicitud de prórroga automática no procedía.

Así que, como todo el mundo opina yo también lo haré y espero que el CU no prorrogue el nombramiento de Rivera, y esperaría que el Semanario retome su criticidad y que vuelva ser ese medio incómodo para el poder.


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