“O se opta consciente y reflejamente, o la opción de nuestra vida se realiza sin que ni siquiera caigamos en la cuenta de ello. Pero en cualquier caso, nuestra vida y nuestra acción se inscriben en uno de los sectores contendientes. No hay marginados frente al conflicto social; hay sencillamente, contendores abiertos y contendores solapados, luchadores convencidos y tontos útiles. Demasiadas veces, y más por ingenuidad que por mala voluntad, los universitarios formamos parte de este último grupo. Todos estamos comprometidos: resta saber por quién”.
Ignacio Martín-Baró

viernes, 10 de octubre de 2014

El Presupuesto Nacional y la Ideología

Claramente el presupuesto refleja las prioridades que un gobierno se fija para cumplir sus objetivos, es decir, que necesariamente el presupuesto es la expresión monetaria de la ideología de un gobierno. Por tanto, la discusión en torno al presupuesto es una discusión abiertamente ideológica. Como el presupuesto refleja necesariamente la orientación ideológica de un gobierno, digamos que hace la diferencia entre los gestos y las intenciones reales de cambiar cosas. Y eso, todos los actores políticos lo saben bien, especialmente esos grupos poderosos económicamente que tienen sus tentáculos políticos sosteniendo su posición privilegiada.

Es interesante que este año la discusión sobre el presupuesto nacional ha tenido una cobertura más allá de lo "normal", es decir, de repente todos los medios de comunicación consideran que es un tema fundamental. La cobertura en otros años ha sido realmente modesta. No me quejo, solo hago el señalamiento, porque por pura coincidencia es en un gobierno que ha roto el bipartidismo que durante tres décadas gobernó el país.

Claro que esto hay que matizarlo porque median muchas circunstancias en la elaboración del presupuesto. En el caso concreto de este gobierno resulta algo más complicado porque apenas en mayo inició formalmente sus labores, y ya en mayo el proceso de presupuestación inició. Es posible que este año se haya hecho "en automático", y que apenas la generalidad es la que se haya tocado, o sea, que apenas superficialmente este presupuesto refleje la orientación real del gobierno, aunque hay rasgos visibles, por ejemplo el apoyo al presupuesto universitario. Ahora, dentro de esa inercia en la elaboración del presupuesto hay que decir también que muchos mandos medios, de esos que elaboran presupuesto, fueron instalados por la maquinaria corrupta del PLN o del PUSC (que es casi lo mismo), también ocurre que se arrastran vicios burocráticos. El PLN lo sabe y por eso el ataque ha sido feroz. No busco exculpar al gobierno, algunos de sus ministros se han visto realmente mal defendiendo el presupuesto. se los han comido vivos. Simplemente tratar de comprender qué ocurre, esto por supuesto es bastante más complejo. 

Ahora, también es cierto que hay vicios y abusos, y que es posible gobernar con austeridad, sólo que la austeridad en el imaginario neoliberal lo que en realidad significa es el recorte a la inversión social, y ese es el fondo de la discusión por el presupuesto. Por eso quienes defienden el tijeretazo a la educación (quisieron recortar 20 millones a las Universidad, no pudieron, y ahora aprueban un recorte de 1,402 millones a FONABE y 3,276 millones a la Fundación Omar Dengo) y otros servicios esenciales, pero defienden el inmoral presupuesto a CINDE (una institución  privada defensora del dogma de la competitividad y el libre mercado) ¿Qué justificación tiene esto? Ninguna que no sea ideológica. Las declaraciones de Rolando González son simplemente un fiel ejemplo de esto, no hay justificación, no hay argumentación que se sostenga, más aún cuando fue el PLN el que llevó al país a la situación fiscal en la que se encuentra luego de 8 años de gobernar de forma corrupta (eso, si no hacemos un recuento de los últimas dos décadas). No tiene moral nadie en el PLN para justificar la tijera. Sólo comparen lo que González dijo antes y después de la marcha universitaria contra el tijeretazo, la dimensión ideológica del recorte queda desnuda. 

Como indica acertadamente un comunicado de prensa de Frente Amplio: 
"En resumen: Ningún recorte para CINDE, tijera para la educación, tijera para las comunidades, tijera para el Estado social y los derechos de las personas trabajadoras.

La necesidad de un gobierno austero no debe confundirse con la imposición de la dictadura del pensamiento único y los dogmas neoliberales, que procuran reducir el Estado a su mínima expresión, llevándonos a un colapso económico, social y moral."

Queda entonces claro que hay mucho trabajo que hacer, pero que estamos en medio de una coyuntura en el que la hegemonía ideológica neoliberal está en discusión, "el gobierno del cambio" tendrá que tomar posición, porque no se puede estar del lado de los neoliberales y a la vez hacer real el cambio prometido. La izquierda parlamentaria hoy está en una posición de ventaja y ha sido consecuente con sus posiciones, la fracción del Frente Amplio se muestra cohesionada y con un pie en el Parlamento y con otro en la calle, marcándole el camino a "Luisgui". Habrá que pasar a la ofensiva y disputar esa hegemonía.