“O se opta consciente y reflejamente, o la opción de nuestra vida se realiza sin que ni siquiera caigamos en la cuenta de ello. Pero en cualquier caso, nuestra vida y nuestra acción se inscriben en uno de los sectores contendientes. No hay marginados frente al conflicto social; hay sencillamente, contendores abiertos y contendores solapados, luchadores convencidos y tontos útiles. Demasiadas veces, y más por ingenuidad que por mala voluntad, los universitarios formamos parte de este último grupo. Todos estamos comprometidos: resta saber por quién”.
Ignacio Martín-Baró

sábado, 11 de febrero de 2012

¿Reforma desconocida? Sí hay razones para protestar!!!

¿Se la habrá ocurrido al Ministro de Propaganda? ¿Al Ministrito de Seguridad? ¿O a la mismísima Hija predilecta de la Virgen? De seguro les pareció muy bonito vestir a los niños de policías, como quién los viste de indígenas para aquellas odiosas celebraciones exaltando a Colón. Pero sea de quién haya sido la idea, fue pésima. ¿Qué querían transmitir? Sólo ellos lo saben (ellos, los políticos), pero es grotesco, porque los niños no son policías (y nótese, que ya pocos juegan a los policías y ladrones como antes) son niños, y si hay un acto oficial no hace falta disfrazarlos, en todo caso podrían ir con su uniforme escolar, porque eso es lo que son niños que estudian.

En su gira policial, la inédita presidenta aprovechó para cargar nuevamente contra los trabajadores, y advierte que no hay necesidad de protestar. Dice la presidenta: “Me parece que no hay razones para protestar; lo que el país está requiriendo es una actitud constructiva, donde ojalá más bien se sumen las propuestas a las iniciativas que el Gobierno está realizando en materia de ordenamiento salarial, empleo público y reforma administrativa”, y agregó, frente a la posibilidad de protestas que "el enojo gremial no tiene sustento pues ni siquiera conocen el contenido del plan de ley".

De sus declaraciones podemos concluir varias cosas.

La primera es que la presidenta no se entera que con un reajuste salarial al costo de la vida de tan solo 5 mil colones no alcanza, esto ocurre sencillamente porque ella y su ministra de trabajo, no entienden lo que es no llegar a fin de mes, no se enteran que los instrumentos de medición de la inflación miden cualquier cosa menos el costo real de las cosas que consumimos. En realidad esos instrumentos están construidos de tal forma que no reflejen la realidad del costo de la vida, cualquier persona que va a súper a comprar el diario no me dejará mentir, todo es más caro cada mes, sino cada semana. Pero desde la mansión, arriba, todo se ve muy diferente, ahí la vista es muy bonita.

No se entera las presidenta que es imposible sumarse a sus propuestas, puesto que como ella misma dice, no se conocen. Es decir, pide no protestar y sumarse a lo desconocido. Algo así como darle un voto de confianza y seguirla a ciegas, tal y como va ella, a ciegas.

Si los gremios no conocen el contenido del plan de ley, quiere decir algo elemental: que no se negoció, que no hubo diálogo para construir una propuesta de consenso, simplemente ahora se quiere imponer un determinado plan. Y el tema no es que no se sepa su contenido exacto, porque sí se conoce la orientación ideológica, tecnocrática, de la propuesta, porque quienes elaboran este tipo de planes siguen los dictados de los organismos financieros internacionales que nos tienen en crisis.

Es muy cómodo presentar un plan que no se negoció con nadie (bueno con los empresarios sí, son los que gobiernan,con pésimos resultados por cierto) y luego pedir diálogo. Eso me recuerda cuando Rodríguez Zapatero presentó en España su propuesta de reforma laboral (que tampoco negoció) y llamó al diálogo advirtiendo que no se iba a cambiar nada de la propuesta (!!!). Ese es el diálogo neoliberal, la presidenta seguramente llamará al diálogo, y mientras "dialoga" invertirá un montón de plata en propaganda para tratar de convencernos de que el plan es bueno, y los trabajadores del sector público un montón de vagos que pelean por sus privilegios, ¡vaya diálogo! La novela ya es conocida. Así que lo único que queda frente a esta ofensiva neoliberal es la calle.

Yo no me voy a sumar a un gobierno que encabeza una títere que no se entera de nada, y que ha hecho un peśimo papel de presidenta. Le quedó grandísima la camiseta, claro, es que no era de ella.