“O se opta consciente y reflejamente, o la opción de nuestra vida se realiza sin que ni siquiera caigamos en la cuenta de ello. Pero en cualquier caso, nuestra vida y nuestra acción se inscriben en uno de los sectores contendientes. No hay marginados frente al conflicto social; hay sencillamente, contendores abiertos y contendores solapados, luchadores convencidos y tontos útiles. Demasiadas veces, y más por ingenuidad que por mala voluntad, los universitarios formamos parte de este último grupo. Todos estamos comprometidos: resta saber por quién”.
Ignacio Martín-Baró

jueves, 1 de mayo de 2014

El PACto innecesario y la agenda de Derechos Humanos

Poco más de dos meses sin asomarme por acá, mucho, le echaré la culpa a la maestría. Pero no es solo culpa de la maestría, a veces sucede que uno se seca, o las palabras no fluyen, le pasaba a Steinbeck, y si le pasaba a este gran escritor, con mucho más razón me puede pasar a mí que no le llego ni a los tobillos. Pero lo bueno (digo yo), es que al fin logro sentarme a escribir aunque sea algo breve.

Empiezo diciendo que apoyo de forma irrestricta la agenda política por los Derechos Humanos, y lo hago desde el lugar en que puedo hacerlo y con los limitados medios con los que cuento. Y cuando hablo de la agenda de Derechos Humanos me refiero claramente a las uniones de personas del mismo sexo, los derechos de las mujeres, y por supuesto, el derecho de los trabajadores y trabajadoras aun trabajo digno y bien remunerado, el derecho al acceso al agua, el derecho al acceso a la información, entre muchos otros. Es decir, no restrinjo los Derechos Humanos a un sólo "tema". Lamentablemente otras personas lo han hecho, y creen que los DDHH se reducen sólamente a su agenda. Me resulta absolutamente comprensible que haya una urgencia por la abierta discriminación que sufre una parte de la población que ha sido minorizada (como bien explica mi querida amiga Marisol Fournier), he visto el sufrimiento que en lo cotidiano esto ocasiona, por eso comparto esa reivindicación, y lo comparto, como dije, de forma irrestricta.

Comparto la indignación sentida ayer cuando se anunció un posible PACto entre los fundamentalistas religiosos y el PAC, o como quisieron maquillarlo, una "tregua". Puedo comprender el cálculo político, puedo comprender el pragmatismo. Puedo no lo puedo compartir. Comprenderlo racionalmente no implica que lo justifique. Porque es cierto que aún cuando partidos políticos se comprometan a defender y llevar los proyectos de ley hasta donde sea posible, eso, pues, tiene un límite, sobre todo en una Asamblea Legislativa en la que la correlación de fuerzas no alcanza para mucho, eso por la cantidad de diputados y diputadas que realmente están comprometidas con esta agenda, que además no es la única referida a los Derechos Humanos. Justo Orozco se ha duplicado, lamentablemente, y otras fuerzas políticas en este tema también están en las cavernas.

El intento del PAC de alcanzar un acuerdo con estos tipos nefastos es un absoluto error, es una falta de tino político, es poner en cuestión la voluntad de cambio, y sobre todo es enviar un mal mensaje a mucha gente. También es una "pequeña dosis" de realidad política para muchos y muchas, es una bofetada para quienes ilusamente creen que el PAC representa un cambio profundo. También es un escupitajo a la cara a quienes señalaron con mala leche "las contradicciones" del Frente Amplio durante la campaña, a esas personas que no dudaron en señalar y condenar, y que han callado ahora, o peor aún, han justificado.

Y me resulta inusitado, sorprendente, anonadante que el intento de acuerdo salpique al Frente Amplio, que no tuvo nada que ver en una decisión que es exclusivamente del PAC con los talibanes evangélicos. Al conocerse la posibilidad del nefasto acuerdo, el Frente Amplio hizo un comunicado muy claro, indicando su intención de continuar impulsando la agenda de Derechos Humanos (en toda su amplitud). Pero para algunos parece que no fue suficiente, e incluso haciendo un berrinche, tan infantil como ridículo, anunciaron su salida del partido (¡¡¡¡!!!!). Otros aprovecharon para lanzar lodo. Lo cierto, es que hoy (1 de mayo) el Frente Amplio complementó lo que había dicho con una acción muy concreta: retiró el apoyo al PAC en su intenció de hacerse con el directorio legislativo si se mantenía ese acuerdo espurio. O sea, lo que se le dijo al PAC fue: si quiere esos dos votos cavernícolas, se queda sin los nueve del Frente Amplio. Más claro no se puede ser.

Luego de esto ¿Sigue alguien dudando del compromiso del FA con la agenda por los Derechos Humanos? ¿No ha quedado claro acaso con el trabajo que ha hecho José María Villalta y el FA en su conjunto? Parece que para algunas personas no. Son esas mismas personas que cuestionan al FA pero que pueden soportar que Luis Guillermo Solís vaya a reunirse con los mercaderes de la religión en plena campaña, son esas mismas personas que callan cuando Solís va a la misa. Y acá no estoy atacando a Solís, señalo la contradicción, podría decir hipocresía, de un sector que cree que representa al feminismo de este país. Lamentable, para decirlo bonito.

Lo otro, es que los medios comerciales de la derecha (valga la redundancia) nos siguen marcando la cancha, nos siguen dividiendo, nos siguen poniendo a pelear entre nosotros. Mordemos el anzuelo, y los que siempre están por dividir, los dueños de la verdadera izquierda, los que ven al enemigo dentro de la izquierda y no a la derecha, terminan siendo instrumentalizados. Repito, el Frente Amplio se pronunció oportuna y claramente, pero además hizo valer el peso de su fracción legislativa contra ese PACto espurio, miope, oportunista.

Resalto que el Frente Amplio negoció con el PAC, se llegó a un acuerdo político, transparente, abierto, y se negoció sobre un programa, como también lo hizo cuando se intentó forjar la coalición, en ese momento como ahora se priorizó lo programático, no se buscaron puestos. Eso explica que no haya ningún diputado del FA en el directorio legislativo elegido hoy, porque es más importante la agenda que los puestos. Esa es la línea que se ha marcado, se ha dicho hasta el cansancio, hay quienes no quieren escuchar ni leer.

Los hechos han demostrado que no era necesario comprometerse con esos cavernícolas evangélicos. Los hechos han demostrado que el PAC cometió un gravísimo error. Los hechos han mostrado que posiblemente en la Asamblea Legislativa el PAC manejará las cosas con pragmatismo. Los hechos han mostrado que el panorama es complicado. Y también, que el PAC no es lo que muchos quisieron creer que es, a algunas personas se les acabó la luna de miel, muy rápido, demasiado.