“O se opta consciente y reflejamente, o la opción de nuestra vida se realiza sin que ni siquiera caigamos en la cuenta de ello. Pero en cualquier caso, nuestra vida y nuestra acción se inscriben en uno de los sectores contendientes. No hay marginados frente al conflicto social; hay sencillamente, contendores abiertos y contendores solapados, luchadores convencidos y tontos útiles. Demasiadas veces, y más por ingenuidad que por mala voluntad, los universitarios formamos parte de este último grupo. Todos estamos comprometidos: resta saber por quién”.
Ignacio Martín-Baró

viernes, 27 de septiembre de 2013

TCU en Pueblos Indígenas... Boruca.

Fin de semana de gira en Boruca, muchas cosas en qué pensar.

Lo primero que debo decir es que la gira corresponde con uno de los proyectos interuniversitarios que se ejecutan desde CONARE (Concejo Nacional de Rectores). Desde TCU se ejecuta una parte del programa, y que consiste en colaborar en territorios y con poblaciones indígenas. Esto desde TCU tiene un par de años en ejecución. No tengo a mano los datos sobre promociones luego de la "intervención " de la Universidad, peor para efectos del apunte no tiene importancia. No la tiene porque me quiero referir a cosas muy puntuales, y que no tienen que ver con los resultados.

La primera cosa tiene que ver con el choque que le significa a algunos estudiantes ir a comunidad indígena. Es muy común escuchar comentarios del tipo "no imaginaba que estuvieran tan desarrollados". No lo digo concretamente por lo estudiantes que fueron a la gira este fin de semana, sino porque en general, se cree que los indígenas aún están en el Siglo XIX. Y entonces el choque es grande, antenas de televisión satelital, reggeaton, celulares, internet. Y es ahí donde viene el gran debate, y las discusiones, sobre cómo mantener la identidad cultural en un mundo globalizado, en el constantemente los indígenas están bombardeados por las mismas cosas que nosotros. El tema es que solemos pensar que los indígenas deberían quedarse como estaban, que es fundamental la "conservación" de su cultura. Como si fueran piezas de museo, como para calmar nuestra culpa cultural, tras años de negación y discriminación. No sé si me estoy dando a entender. Trataré de plantearlo de otra forma. Hay una tendencia a que los indígenas sigan siendo "indígenas en estado puro", como si no hubiesen procesos globales que influyen en la cultura y en la cotidianidad, ese "estado puro", ya no es posible. Lo que sí es posible y a lo que deberíamos aspirar es a una colaboración que permita procesos de autoconstrucción de identidades, es decir, de constitución de sujetos con una identidad histórica, política y cultural, que permita que esos sujetos (esas comunidades) puedan acceder a los recursos y posibilidades que efectivamente ofrece Occidente, pero no desde un lugar de subordinación, sino desde un lugar de sujeto con identidad propia. Esto por supuesto es bien complicado en el marco de una relación que suele someter a unos en nombre del miedo a lo diferente y la intolerancia a lo que no es igual, de relaciones fetichizadas. Lo más curioso de todo esto, es que a escala local es toda una discusión, es decir, que esta discusión es muy fácil de identificar en lo que toca al tema indígena, pero no solemos verla en lo que concierne a escala nacional o regional. Es decir, no nos hacemos las mismas preguntas sobre nuestra identidad, sobre los procesos tan fuertes de transculturalización que vivimos. Es toda una contradicción, cuando deberíamos vernos en ese espejo que nos refleja nuestro alejamiento a nuestra identidad, por cierto ¿cuál será?

Y de ahí se deriva la segunda cuestión que me interesa comentar. Tiene que ver con nuestro papel ahí, como Universidad, concretamente. Este proyecto ofrece tutorías a estudiantes de los territorios indígenas para que ganen su examen de bachillerato, y eventualmente lograr acceder a la Educación Superior Pública. Para comprender porqué se hace esto es necesario mencionar que el Convenio 169 de OIT, suscrito por nuestro país, establece que la educación en territorios indígenas debe ser "ejecutada" por personas indígenas, la lógica es clara, fortalecer la identidad cultural, pero sobre todo una educación contextualizada. Sin embargo, la aplicación a rajatabla del convenio tiene varios problemas, entre ellos que los docentes que imparten actualmente lecciones no están en su mayoría preparados
adecuadamente, y el efecto de eso es que la formación termina siendo deficiente y deja en desventaja (mayor aún) a estudiantes de comunidades indígenas con respecto a estudiantes de otras zonas del país. Por si fuera poco, el MEP y la misma Universidad aplican sus exámenes como si no existieran diferencias, lo que claramente genera una desigualdad. Entonces, como no hubo transición en la formación de docentes indígenas para que asumieran esta tarea, se siguen generando desigualdades. Recientemente el gobierno y el MEP sacaron un nuevo decreto sobre educación en territorios indígenas. El decreto número 3780. Los requisitos que tendrán los nombramientos de educadores en los centros educativos de los Territorios Indígenas incluyen que los postulantes sean del propio pueblo, conozcan su cultura, dominen su lengua y sean graduados o estudiantes de carreras de pedagogía, lo que debiera generar un plan de acción para que en el mediano plazo haya docentes indígenas. La lógica indicaría que las Universidades Públicas tengan algo que ver, pero ya está demostrado que a nuestros políticos neoliberales el único sentido que les impulsa es el económico.



Ahora bien, la propuesta de apoyar a los estudiantes mediante tutorías es una propuesta bien intencionada dirigida a estimular el ingreso a las Universidades Públicas, eso por un lado, pero por otro a ampliar el horizonte de "desarrollo" en estas comunidades.  Este pudo haber empezado en el 2006 ó 2007. En un principio el ingreso a la educación superior era un “efecto secundario” de las tutorias. Pero es hasta ahora que se ha estado  considerando un proceso más integral que logre mejorar las posibilidades de ingreso en la educación superior, partiendo de las tutorias desde cuarto año y llevando procesos de orientación vocacional a los colegios, lo cual tiene lógica.

En el contexto actual también la mejora el ingreso tiene que ver con el compromiso suscrito por las Universidad con el Banco Mundial, es decir de los compromisos de gestión (que desde mi punto de vista colisionan con la Autonomía Universitaria) para aumentar la matrícula de indígenas en el corto plazo. Aun cuando reconozco que hay un interés sincero en quienes ejecutan el proyecto a más alto nivel se trata de compromisos de gestión, sobre todo si uno observa a las figuras que están por ahí "comprometidos" con esto y que tienen posiciones del más alto perfil neoliberal, que entienden la cultura como una mercancía al alcance de quienes la pueden pagar, no hace falta decir a quiénes me refiero, sólo que no se trata de los ejecutores del proyecto, también habría que considerar la apropiación que puedan hacer las mismas comunidades de este proyecto y otros, pero eso habría que promoverlo a la vez que las comunidades deben demandarlo, todo un reto. Porque no se trata de que ingresa un indígena se trata del ingreso de una comunidad, como posibilidad histórica y reivindicación, es mucha la gente que está involucrada. Y no sólo lo digo por las comunidades indígenas, en el Sur el haber ingresado a la Universidad tiene una significación social. Por lo que en mi opinión es que esto de las tutorías deviene en paliativo si la Universidad no logra concertar un plan integral que forme docentes, prepare a los estudiantes, y que integre una visión crítica y reflexione en conjunto con las comunidades indígenas sobre qué es lo que quieren las comunidades, y aquí lo complejo es poner de acuerdo a comunidades que históricamente han sido manoseadas por el poder, discriminadas y pisoteadas, en territorios donde los recursos naturales son ricos y amplios, tanto que hay intereses comerciales muy fuertes en juego.

¿Pasa esta reflexión por la cabeza de los estudiantes que ejecutan el TCU, y que de muy buena gana y con gran compromiso van a territorios indígenas? Me ha parecido que no, al menos no me ha parecido desde el contacto que he tenido con el proyecto desde que estudiantes de TCU se involucran. Considero que ahí hay todo un trabajo por hacer. Sobre todo en el intentar generar procesos educativos tendientes a constituir sujetos, pero está la otra parte, la necesidad real de pasar los exámenes de bachillerato y cumplir con los contenidos que exige el MEP. Consideremos además que se trata de adolescentes, sí adolescentes indígenas, que son como cualquier otro, pero con sus particularidades. Ahí está el nudo de la cuestión, nuestra contradicción básica, atrapados en el resultadismo de esta sociedad occidental. Cuando le pregunté a una de las estudiantes de TCU para qué hacía su trabajo ahí respondió para que los estudiantes ganaran su bachillerato, y le pregunté para qué, y me respondió, para que vayan a la Universidad, y volví a preguntar para qué, para que salgan de aquí, y volví a preguntar para qué, porque son pobres respondió, y le pregunté, pobres según quién. Y se generó una interesante conversación sobre la concepción de educación de nuestra sociedad occidental y de cómo esa educación (santo remedio para todos nuestros males) es un vehículo ideológico y de dominación cultural. Todo un tema "oculto", y negado, desde el pensamiento simple de nuestro patético imaginario.

Y la pregunta es muy sencilla ¿queremos como institución que los y las jóvenes indígenas que estudian en la universidad se conviertan en sujetos para el mercado? Y claramente esa misma pregunta la podemos extrapolar a la situación nacional. Pero no sólo debemos preguntarnos qué queremos, debemos preguntarnos también el para qué, porque si al hacernos esta pregunta la respuesta es para cumplir con los compromisos con el Banco Mundial hemos perdido el horizonte y la perspectiva, y con lo que he visto en estos tiempos neoliberales no dudo que haya gente dentro de la Universidad que responda eso.




* Agradezco a Yoni Arias la lectura y observaciones a este apunte.