“O se opta consciente y reflejamente, o la opción de nuestra vida se realiza sin que ni siquiera caigamos en la cuenta de ello. Pero en cualquier caso, nuestra vida y nuestra acción se inscriben en uno de los sectores contendientes. No hay marginados frente al conflicto social; hay sencillamente, contendores abiertos y contendores solapados, luchadores convencidos y tontos útiles. Demasiadas veces, y más por ingenuidad que por mala voluntad, los universitarios formamos parte de este último grupo. Todos estamos comprometidos: resta saber por quién”.
Ignacio Martín-Baró

domingo, 27 de noviembre de 2011

El TCU en la universidad privada y la discusión de fondo


En el apunte de hace un par de días comentaba sobre lo justo que es el reclamo de los estudiantes de universidades privadas contra el impuesto que se les quiere imponer en el PACquetazo fiscal, y que más bien el impuesto debería ser sobre la ganancia de estas empresas y no cargarse sobre los estudiantes. Mencioné la lógica que se ha seguido para fortalecer el negocio de la educación privada y cité a la dueña de uno de estos negocios, ejemplo perfecto de la lógica excluyente. Concluyo que tanto estudiantes de universidades privadas como de Universidades Públicas, deberían hacer frente común para exigir calidad en la Educación Superior.


Siguiendo sobre este tema de la Educación Superior en el ámbito privado y su lógica, hace unos meses nos enteramos a través El Chamuco que un estudiante de derecho de la Universidad Latina interpuso una Acción de Inconstitucionalidad contra el "Trabajo Comunal Universitario" que deben hacer estudiantes de universidades privadas. La Acción fue rechazada de plano el pasado 2 de noviembre.


Esto podría resultar meramente anecdótico, si no fuera porque en la argumentación dada por este estudiante se expone con toda claridad la lógica que subyace a las universidades privadas, las razones por las que la Sala IV ni siquiera entró a considerar la acción por el fondo, es enano de otro cuento y no viene al caso. Pero, como dije, se expone la lógica tal cual es, no me interesa hacer juicios de valor si este estudiante tiene una posición cínica o completamente neoliberal, simplemente me interesa reseñar la estructura lógica de su argumentación, y a partir de ahí extraer algunas conclusiones.


Resumo la argumentación expuesta en el recurso:


  • Las universidades privadas son empresas cuyo negocio es la educación. Los estudiantes por tanto son clientes, "adulto-consumidor". El trabajo comunal universitario es una obligación cuyo cumplimiento implica 150 horas, que equivalen a 3 cursos, pero sin tener créditos asociados, que dentro de esta lógica es la moneda de cambio universitaria. Al no tener créditos, se trata de un esfuerzo inútil y sin ningún beneficio, y al ser cobrado por la universidad, se convierte en un requisito impuesto por el Estado, se trataría entonces de un "tributo".
  • Los adultos-consumidores de la educación "dada su condición social o "baja escolaridad" (¡¡¡¡!!!!¿¿¿¿????) trabajan para mantener a sus familias, el cumplimiento de este requisito resta tiempo al consumidor en su carrera y en calidad de vida, sin que reciba a cambio nada. Al imponer el TCU le da una carga onerosa e innecesaria al adulto-consumidor. El Estado tiene como obligación proveer educación para mejorar la calidad de vida, lo cual es un derecho tutelado por el Estado, alternativa que no se brinda con la oferta de las Universidades Pública, y que además el adulto-consumidor cumple sin la ayuda del Estado.
  • Al hacer el TCU se cumplen labores típicas del área profesional, se trata de un trabajo pseudo profesional, con "un contrato de trabajo implícito, verbal e individual" en un centro laboral y con horarios estrictos. Por lo que el TCU deviene en trabajo forzoso, restringido a unos pocos lugares establecidos por el colegio profesional (en este caso concreto el de abogados).
  • Finalmente, transcribo: "... ha de tenerse presente que el primigenio establecimiento del del TCU en la universidad estatal, fue motivado en la inteligencia del legislador en lograr que el estudiante al cual se le brinda su educación costeada por el Estado (...) retribuya de alguna forma la enorme inversión pública que hace el pueblo de Costa Rica en su formación universitaria". Por lo que su traslado al ámbito privado no procede.

Este estudiante de derecho aunque tiene muchos errores conceptuales sobre el TCU, pero deja de manifiesto la lógica de las universidades privadas. Empecemos señalando que efectivamente se trata de un negocio privado, cuya mercancía es el servicio que se vende a los estudiantes. Este "servicio" al venderse convierte  a los estudiantes en consumidores, y los excluye del lugar de ciudadanos con derechos, los inserta directamente en la lógica de mercado. Por supuesto, esto es la consecuencia de un modelo que precisamente necesita generar excluidos del sistema de educación pública, para eso se han creado leyes, desregulado el negocio y sobre todo, limitado el presupuesto de la Educación Superior Pública. En este sentido lleva razón este estudiante al argumentar que el Estado no cumple con su obligación y genera desigualdades.


Ahora bien, la argumentación citada alude al establecimiento del TCU en la Universidad Estatal. Al respecto hay que aclarar que el TCU no nace de una ley, ni de una fuente externa a la Universidad. El TCU fue creado en el III Congreso Universitario a mediados de los años setenta como presión de los estudiantes para institucionalizar lo que por aquellos años se llamaba "Campos de trabajo", y que tenía por objetivo el fortalecer la vinculación de la Universidad con la sociedad para generar transformaciones en la condición de vida de la población. Es decir, el origen del TCU, y de la Vicerrectoría de Acción Social, nace por la visión de estudiantes y académicos comprometidos con la transformación de la sociedad. Para decirlo de otra forma, no nace del "pecado original", no nace de la culpa, no salió de la idea caritativa de la retribución a la sociedad, sino de la necesidad de cambiarla, a través del aporte que desde la Academia se puede hacer.

Pero este discurso de la caridad ha calado tan hondo que hasta los mismos académicos lo han asumido y es parte del imaginario universitario, basta recordar la discusión en medio de la negociación del FEES del año pasado, y la mediocre campaña de la Oficina de Divulgación e Información de la UCR. Si la Universidad Pública hace una retribución a la sociedad es en la formación de profesionales de calidad, pero esa es su función, para eso fue creada, así que es irrisorio hablar de retribución.


¿Porqué este este rechazo tan tajante a este discurso de la caridad en la Universidad? Sencillamente porque la educación es un Derecho Humano, por lo tanto no hay ninguna retribución que hacer, es obligación del Estado hacer esta inversión (los neoliberales le llaman gasto), es nuestro derecho recibir una educación de calidad, en todos los niveles. El caso del TCU como ya se dijo no tiene nada que ver entonces con la retribución, por el contrario tiene que ver con la necesidad de transformar esta sociedad tan injusta y desigual como la nuestra. Por supuesto, no estamos exentos de contradicciones, avances y retrocesos, en la Universidad Pública, a lo interno hay una cruda lucha ideológica, hay quienes creen que el TCUa lo interno, y la Acción Social, no debería existir.


Otra pifia en la concepción de TCU que se impugna, es que se trata de una práctica profesional, de ahí que este estudiante alegue que se trata de un trabajo "pseudo profesional" y eso es el fundamento de lo que denomina "trabajo forzoso". En realidad el TCU (al menos en la UCR) no está concebido como una práctica profesional y la mera aplicación de conocimientos de los estudiantes. En realidad estamos hablando de una modalidad de Acción Social en la estudiantes de varias carreras, sí, aplican sus conocimientos, pero lo que se busca es que lo construyan en conjunto (diversas carreras) a las comunidades. Porque también se reconoce que la gente sabe cosas, que hay saberes en la comunidad, que ahí se produce conocimiento, distinto al que se produce en las Universidades, pero también válido. No somos dueños del saber, la realidad es muy compleja, por lo que se requieren de propuestas interdisciplinarias. La división disciplinar de las Universidades responden a una determinada división social del trabajo de la sociedad capitalista.

A estas alturas, ya se habrán dado cuenta que el asunto de fondo es el Modelo de Universidad. Y es por eso que esto del TCU no encaja en la universidad privada, porque no tiene forma de encajar, simplemente porque se trata de un adefesio legal que devino en obligación, y que como vemos hay quienes lo consideran trabajo forzoso. No hubo una reflexión a lo interno que justificara su creación, de hecho ni siquiera les importa hacer esa reflexión, su razón de ser es hacer dinero. Los legisladores quién sabe que pensaban sería su función cuando aprobaron la ley, pero de fijo no dieron esta discusión, porque si la hubieran dado habrían tenido que modificar algunas cuantas cosas. En estos negocios de educación superior la lógica del "adulto-consumidor" es la que prevalece, por eso hasta se cobra el TCU (el accionante adjunta copia del recibo) cualquier cosa sirve para sacarle plata a la gente, por algo es un negocio redondo.¿Deberían entonces hacer TCU en las universidades privadas? Tal y como están las cosas no tiene ningún sentido, porque las cosas no se hacen simplemente porque sí. En todo caso, la discusión de fondo es ¿para qué sirven las universidades privadas? ¿a quién le sirven? Preguntas llenas de polémicas y que espero abran un buen debate.


Lo dejo acá, me extendí mucho, quedan muchos aspectos por discutir, ya los abordaré. Espero comentarios.