“O se opta consciente y reflejamente, o la opción de nuestra vida se realiza sin que ni siquiera caigamos en la cuenta de ello. Pero en cualquier caso, nuestra vida y nuestra acción se inscriben en uno de los sectores contendientes. No hay marginados frente al conflicto social; hay sencillamente, contendores abiertos y contendores solapados, luchadores convencidos y tontos útiles. Demasiadas veces, y más por ingenuidad que por mala voluntad, los universitarios formamos parte de este último grupo. Todos estamos comprometidos: resta saber por quién”.
Ignacio Martín-Baró

lunes, 20 de septiembre de 2010

ESpionaje a sindicalista, una pieza más del Estado Policial

Desde hace un tiempo a esta parte el Gobierno de la República tiene como prioridad el trabajo de inteligencia, ya vimos en las noticias cómo a un cuidadano lo espiaba la DIS (Dirección de Inteligencia y Seguridad) adscrita, nada más y nada menos, que al Ministerio de la Presidencia, que recordarán ustedes jefeaba nada más y nada menos que Rodrigo Arias, dicha dependencia -la DIS - tiene un presupuesto secreto y se supone está hecha para razones de seguridad, como por ejemplo fichar ciudadanos. Se sospecha que en realidad se trata de una verdadera policía política, así fue denunciado en su momento por varios diputados.

Pero la vaina es que no sólo se trata de la DIS, ahora nos enteramos a través de varias denuncias hechas, que en el ICE existe una "Dirección de Protección y Seguridad Institucional", con trescientos funcionarios (¡!), cuyo objetivo primordial, según el Presidente Ejecutivo de esa institución, Euardo Doryan, es "proteger las instalaciones de electricidad y telecomunicaciones", agregó que “la seguridad del ICE es parte de la seguridad nacional”, además dijo que "los equipos de la institución pueden ser blanco del narcotráfico o de ladrones comunes, de ahí que los funcionarios de dicha oficina se dedican a proteger centrales telefónicas, plantas hidroeléctricas y líneas de transmisión, entre otras instalaciones (...) Además, investigan el robo de cable, el ataque a sistemas informáticos y el tráfico ilegal de llamadas internacionales."  (LN 20-9-2010). 

Objetivo loable si le tomamos la palabra a los jerarcas del ICE, pero el caso es que la susodicha oficina, hace un poquito más que eso, ya que según informa el mismo diario, funcionarios de esa oficina estuvieron espiando a un líder sindical. Independientemente de lo que se piense sobre don Jorge Arguedas y si esta hace una buena o mala labor como dirigente, es preocupante que se utilicen recursos públicos para espiar a los sindicalistas.

Si uno lee la nota que aparece justo a la par, se da cuenta que el seguimiento y espionaje del que fue objeto Arguedas, no tiene nada que ver con la seguridad nacional. Que sepamos don Jorge Arguedas no tiene nada que ver con el narcotráfico - aunque nada raro que La Nación o algún listillo invente que hay en el país Narco sindicalismo, más de un idiota lo creería -, tampoco Arguedas atenta contra la seguridad nacional, no está entre sus planes destrozar instalaciones del ICE, ni robar clave, ni llamadas telefónicas ilegales, ni nada para lo que dicen fue creada esta unidad que al cabo de dos años duplicó su tamaño. nada de esto, según la nota: "Los funcionarios iban tras un supuesto incumplimiento de horario (sic.) de Jorge Arguedas, aunque este disponía de jornada discrecional." (LN 20-9-2010).

Súmele que hay quienes, en el foro del periodico de Tibás, ni siquiera leen esta segunda nota (¡¡¡¡¡en la misma página!!!!!) o sencillamente no les da. Si leyeran un poquito más, o si tan sólo tuvieran un poquito de capacidad para conectar dos notas, se darían cuenta de lo grave de esta situación. Pero no, prefieren quedarse con sus prejuicios, y lo peor de todo es que justo son éstos los que piden el Estado Policial a gritos.

Finalmente, solo quiero agregar que esta ofensiva antisindical, (que en el sector privado es absoluta: no hay un sólo sindicato en el sector privado a pesar de que es un garantía constitucional, garantía que sí vale para los empresarios que sí tienen sus propios sindicatos, solo que les suelen llamar Cámaras), que encabezan los Arias tiene como evidencias esta caso tan claro de espionaje, pero además el Golpe de Estado contra la legítima Junta Directiva de SINTRAJAP, que a estas alturas ya ustedes sabrán tuvo que ser restituida. Esta ofensiva es parte de la estrategia corrupta de privatización que los hermanos Arias están empeñados en completar, con el único objetivo de llenar sus, ya de por sí, tagarotes bolsillos.

Insisto, bienvenidos al Estado Policial de Costa Rica.