“O se opta consciente y reflejamente, o la opción de nuestra vida se realiza sin que ni siquiera caigamos en la cuenta de ello. Pero en cualquier caso, nuestra vida y nuestra acción se inscriben en uno de los sectores contendientes. No hay marginados frente al conflicto social; hay sencillamente, contendores abiertos y contendores solapados, luchadores convencidos y tontos útiles. Demasiadas veces, y más por ingenuidad que por mala voluntad, los universitarios formamos parte de este último grupo. Todos estamos comprometidos: resta saber por quién”.
Ignacio Martín-Baró

lunes, 6 de agosto de 2012

Yo no soy...

Con las aguas más reposadas y sin ningún afán de alborotar otra vez el panal, haré un breve comentario sobre "Todas somos Karina".

Dije, y lo sostengo, que comparto las opiniones de Adriana Rodríguez (publicadas en este blog) y comparto la de Marisol Fournier aunque de forma parcial, más por la sensibilidad que plantea.

Desde hace una semana manifesté mi posición sobre este asunto, dije en esa oportunidad que se trataba de una destitución injusta, porque se debió a un criterio  meramente moralista, machista  e hipócrita, porque no se ha medido con la misma vara a Garnier o a Liberman a quienes la Procuraduría de la Ética Pública les señaló faltas bastante graves, como tampoco se destituyó a muchos otros (y otros significa otros, masculinos) por faltas más graves. También dije que todo esto fue utilizado como un distractor frente a las multitudinarias marchas de la semana pasada. Dije y sostengo que un video grabado por quien sea a su amante, esposo, novio, etc., etc., no es de interés público, y agrego que es una cabronada que se haya hecho público.

Ahora, ¿esto merece tanta importancia? Sí, creo que sí, se trata de una decisión absolutamente machista que no debe dejarse pasar y mucho menos tolerarse. Las justificaciones que luego han dado desde el gobierno son realmente una vergüenza. Sin embargo no debió opacar lo que ocurrió la semana pasada, Monserrat Sagot se refirió a todo este asunto de forma muy clara en un artículo publicado en La Nación S.A.

Pero a pesar de que considero arbitraria y machista la destitución no comparto la campaña "todas somos Karina". Simplemente porque Karina Bolaños no me representa, no me siento representado ahí. Así de fácil. Que es una víctima más del machismo, sí, pero también es una mujer que ha jugado un rol dentro de esa estructura corrupta que es el PLN, que tiene bajo su control a un gobierno inútil y corrupto, es más Bolaños apoya a Arias y su proyecto neoliberal (y no voy a ser tan cabrón como para suponer que no lo entiende). ¿Es esto una cabronada de mi parte? No. ¿Es machismo de mi parte? Tampoco.

Alguien me preguntó si por su condición económica no podía sensibilizarme o algo así. Le respondí con otra pregunta ¿porque es mujer debo solidarizarme sin importar de quién se trata ni su condición de clase? Y claramente no llegamos a un acuerdo. También alguien me dijo en la calle: "¿entonces primero hacemos la revolución y luego se resolverá la cuestión de género?" Nadie ha planteado eso, bueno tal vez hace unos 30 años sí, y tal vez los más ortodoxos lo sigan pensando así. Yo no lo pienso de esa forma, si no hay cambio en la forma de relacionarnos no hay revolución posible.El sostener una posición de clase no es sectario, no sostenerla o negarla muchas veces hace naufragar las luchas, por falta de claridad política, ¿la claridad política "está dada" tener una posición de clase clara? Tampoco, pero a veces ayuda.

Otra persona me dijo dijo que dónde estaba yo hace 25 años mientras ella luchaba contra el machismo, seguro no me conoce muy bien, o me veo demasiado viejo en la foto de este blog (¿debería cambiarla?). La respuesta muy sencilla, preparándome para celebrar mi cumpleaños número diez, y mis aspiraciones se reducían a unos zapatos, un juego de mesa, lo que mis papás me trajeran de México y la pijama que puntualmente me regala mi abuela para mi cumpleaños, ah, y como olvidar las revistas de Kalimán y Memín, y el examen de ciencias que sería justo un día antes de que cumpliera los díez.


También recuerdo que hace poco más de unos dos años y medio, tuve una interesante discusión con una compañera. En plena campaña política, en el Bar Morazán, ella afirmaba que sólo el hecho de que Laura Chinchilla fuera mujer y llegara a la presidencia era un avance para las mujeres, hoy es claro que no. Porque se puede se mujer y actuar como macho, porque el machismo actúa como una lógica que nos atraviesa, independientemente de nuestro género, y Laura Chinchilla se ha empeñado en demostrarlo. En aquel momento dije esto mismo, y casi termino con un bolletazo en la cabeza.

Así que creo, luego de dar tantas vueltas, que Karina Bolaños aunque haya sido víctima de un  infame hecho de machismo como el perpetrado por la presidenta (¿podría ser presidente? digo se comporta como un macho), no merece sólo por ser mujer una defensa de este tipo. Creo, y eso es tan sólo una opinión, que sí importa a quién se defiende, ¿alguien defendería a Laura Chinchilla cuando ya no sea funcional para el sistema político-económico y le metan el puñal? No lo creo. Entiendo la intención de generar a partir de este caso, una denuncia a esta lógica machista, pero no creo que convertirnos todos y todas en Karina ayude mucho a la causa (tal vez me equivoque) sobre todo porque la señora Bolaños nunca se manifestó públicamente a favor de la agenda que ahora se reinvindica en su nombre.

Lo dejo hasta acá, e insisto no es mi afán alborotar más el panal, tampoco es mi intención denigrar a ninguna compañera o compañero que opine lo contrario, sólo doy mi punto de vista, esto lo digo por la de comentarios que se han suscitado sobre esto, a veces pareciera que hay verdades incuestionables, y no es así. Y si no lo dije antes fue simplemente porque no estaba con ánimos de escribir, hoy tampoco, pero si no lo decía ahora no lo decía nunca.