“O se opta consciente y reflejamente, o la opción de nuestra vida se realiza sin que ni siquiera caigamos en la cuenta de ello. Pero en cualquier caso, nuestra vida y nuestra acción se inscriben en uno de los sectores contendientes. No hay marginados frente al conflicto social; hay sencillamente, contendores abiertos y contendores solapados, luchadores convencidos y tontos útiles. Demasiadas veces, y más por ingenuidad que por mala voluntad, los universitarios formamos parte de este último grupo. Todos estamos comprometidos: resta saber por quién”.
Ignacio Martín-Baró

miércoles, 3 de julio de 2013

Intolerancia, machismo, estupidez y vagancia diputadil

Cuando escribí ayer sobre la reforma a la Ley de la Persona Joven, me basé en lo que vi en medios de comunicación y me parecía que el nivel de estupidez y de conservadurismo eran sencillamente fuera de serie. Pero es que leer al leer el acta legislativa he quedado totalmente asombrado, porque lo que sale en los medios no es nada comparado con la cantidad - y la calidad - de la estupideces diputadiles. 

Algunos diputados no comprenden qué es una reforma tácita a la ley, ¡tres años después de ejercer como legisladores! (Jorge Arturo Rojas, así para pegarle color). Tuvo otro diputado que explicarle. 

Sin entrar al fondo del asunto, llama muchísimo la atención que el Diputado del Frente Amplio José María Villalta explicó muy claramente los alcances de la reforma, consta en actas. Villalta les recordó a sus colegas: "Esa fue la explicación que realicé en el acta cuando este proyecto se votó en primer debate, muchos diputados tuvieron tiempo de leer y revisar esas actas, este proyecto fue publicado también, y si no lo hicieron en el momento oportuno, (...) pero tampoco pueden decir que
se le sorprendió o que no estaba claramente explicado el sentido de la norma que se votó el día de ayer en segundo debate, porque lo advertimos desde la votación en primer debate". Más tarde vuelve a recordarles a los diputados que se rasgaban sus diputadiles vestiduras: "Hicimos la referencia, la explicación previa, y en la explicación del primer debate, que eso incluye, como ha dicho la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la discriminación por orientación sexual, lo explicamos en la votación de primer debate, nadie lo objetó, lo explicamos cuando se aprobó la moción en la Comisión de Juventud, Niñez y Adolescencia y eso es lo que dice, se está haciendo así una reforma del artículo 242 del Código de Familia que es compatible". 

De lo dicho por Villalta se comprende muy claramente que ya se sabía de qué iba la cosa, no es posible alegar desconocimiento, no puede hacerlo un diputado. Y sin embargo Manrique Oviedo sí lo hace. Transcribo la "defensa" que hace Oviedo de su posición: 
"Hoy lo que me siento es engañado, me siente engañado y lo apechugo con mi responsabilidad, no le voy a hacer… no se la voy a endosar a nadie, no, es responsabilidad mía, pero hoy me siento engañado y el espíritu de este servidor jamás de los jamases fue pretender que se aprobara este tipo de situaciones.

Habían otros temas de plazos de precedentes y una serie de situaciones que hoy tienen que ver, respeto los criterios de los diputados que me antecedieron, pero este servidor, bajo ninguna circunstancia, va avalar lo dicho anteriormente.
Reitero, una vez más, no es mi espíritu, me siento engañado y apechugo, no le voy a echar las culpas a nadie, mi responsabilidad, porque si bien es cierto, no tengo la capacidad, yo creo que ningún diputado lo tiene para estudiar y analizar a profundidad los diferentes proyectos de ley, y en este caso no lo hizo, voté confiado en, realmente, que otro era el espíritu, pero a todas luces me siento engañado y tengo entendido que el espíritu del proyecto de ley, incluso, no era ese.
Hago esta aclaración para todos los efectos correspondientes, señor presidente."
Realmente quedo estupefacto de semejante justificación. Oviedo dice que se siente "engañado", ¿por quién? Si el Diputado Villalta advirtió de qué se trataba la reforma, y cuál su alcance. Es posible que Oviedo además de no leer lo que votará, tampoco escuche a sus compañeros, hablan los que opinan diferente, "los respeta, respeta sus criterios" pero no lo escucha, porque si escuchara se habría enterado por lo menos de la mitad de la película. Oviedo encarna a ese sector del PAC que se dice Acción Ciudadana, pero que no escucha al otro, porque la Acción Ciudadana para ese sector es lo que ellos creen que el pueblo necesita, y lo que ellos creen, son sus prejuicios. Pero también es posible, que mientras Villalta hablara se fuera al cafetín, esta es una práctica muy común de esa derecha conservadora. 

Su "espíritu" no tenía que ver con aprobar ese "tipo de situaciones", es tal su conservadurismo que ni siquiera puede nombrar lo que ha aprobado. Manrique Oviedo dice asumir la responsabilidad, que apechuga, pero luego le pedirá a la presidente (con minúscula y en masculino, se comporta como macho) que vete la ley que acaba de aprobar. Vaya forma de apechugar.

Pero lo peor es cuando Oviedo se "justifica", diciendo que ningún diputado tiene la capacidad "para estudiar y analizar a profundidad los diferentes proyectos de ley". Yo conozco a uno. Y ese Diputado representa a una bancada unipersonal que tiene que estar en los mismo que todo un partido que tiene 14 o más diputados y no sé cuántos asesores. Ese diputado es precisamente el que propuso la reforma: José María Villalta. No dejo de asombrarme cada con la capacidad de Villalta, siendo uno sólo ha hecho mucho mejor trabajo que fracciones que cuentan con muchos diputados. Por algo es el Diputado más propositivo de la actual legislatura. Pero volviendo a Oviedo que insiste en sentirse engañado, al menos admite no tener capacidad. A veces uno se da cuenta de que no tiene la capacidad cuando ejerce el cargo, hubiera sido muy bueno que se hubiera dado cuenta hace unos cuatro y nos hubiera ahorrado a todos este tipo de bochornos.

Y es que como les recordó Villalta: "Por supuesto que así como ningún ciudadano puede alegar ignorancia de la ley tampoco un diputado que vota una ley puede alegar ignorancia del proyecto de ley que está votando". Por eso es que resulta inadmisible y torpe que Oviedo se queje de esta forma, que haya hecho semejante ridículo, que su macho a flor de piel le haya pedido a la Chinchilla el veto. 

El acta sigue y tiene otras bellezas. Por el momento lo dejo ahí, que ya con más tiempo les compartiré las emocionantes declaraciones de los señores y señoras diputadas que se sintieron engañados... y anuncian revisiones - a una ley que acaban de aprobar -. Lamentable que no hayan hecho esas revisiones en el momento correcto antes de votar. Es claro que los diputados no solo no leen, sino que ni siquiera entienden lo que dice el otro (si es que escuchan), y ¿entonces para qué tantos asesores? ¿a qué se dedican tantos abogados, tantos politólogos? Parece que a cualquier cosa menos a leer, pensar y hacer su trabajo.

Pero resulta penoso que diputados no sepan qué votaron. Resulta penosa esta calidad de diputados, que apenas unos cuantos se salve. Ser diputado debería ser tomado en serio, hay mucho charlatán, los partidos debieran tomárselo en serio no cualquiera puede ser diputado, y no es una cuestión de títulos, es de capacidad. Pero si salen electos este tipo de charlatanes algo muy mal se está haciendo, y claro eso sólo conviene a un sector específico. 

Por cierto que perdí una apuesta, la Chinchilla no se quiso comer el chicharrón y no vetará la ley. Oviedo llevará por el resto de su vida, a menos de que rece cincuenta mil padres nuestros y treinta y cinco mil ave marías, la dura carga de haber aprobado una reforma TÁCITA al Código de Familia, que efectivamente - al menos en el papel - logra que las personas no sufran discriminación contra la dignidad humana, como tiene ser.