“O se opta consciente y reflejamente, o la opción de nuestra vida se realiza sin que ni siquiera caigamos en la cuenta de ello. Pero en cualquier caso, nuestra vida y nuestra acción se inscriben en uno de los sectores contendientes. No hay marginados frente al conflicto social; hay sencillamente, contendores abiertos y contendores solapados, luchadores convencidos y tontos útiles. Demasiadas veces, y más por ingenuidad que por mala voluntad, los universitarios formamos parte de este último grupo. Todos estamos comprometidos: resta saber por quién”.
Ignacio Martín-Baró

miércoles, 29 de febrero de 2012

El pachuco Alarcón

Como hoy es 29 de febrero, día que cada 4 años ocurre, el apunte de hoy será medio futbolero. Pero solo medio.

El "glorioso Team Florense", presidido por un empresario que de fútbol sabe lo mismo que yo sé de física cuántica, o tal vez menos, anunció con bombos y platillos la contratación del pachuco de Jorge Alarcón.

No es de extrañar que este tipo, que es sencillamente un impertinente, malcriado e irrespetuoso y lo que lo hace más detestable, tiempos atrás perrito faldero del capitalista Vergara (ex-dueño del Saprissa), y ahora capataz del ignorante de Sotela, salga con estupideces que denotan su derechosa ideología y todos sus prejuicios.

Hace exactamente 6 años, cuando en el Saprissa todo se ya se había convertido en mercancía, y todo se hacía (y hace) en clave empresarial, escribí:

"...desgraciadamente lo deportivo ha quedado tutelado por lo económico, porque lo importante para Vergara son los beneficios económicos que de la práctica deportiva se deriven, por eso es que hoy vemos “sapro-ataúdes”, “sapri-tangas”, “sapri-cola”, y cuanta cochinada se pueda consumir con el nombre del Saprissa (desgraciadamente esto se inserta en la tendencia mundial de comercialización extrema del deporte, cosa que dicho sea de paso trata de imitar absurdamente los otros equipos de nuestro fútbol, incluida por supuesto la Liga). Bajo esta lógica es que Alarcón hace todas sus intervenciones públicas (que no son pocas gracias al “sapri-canal”). La última fue hoy, respondiendo a la CCSS que está cobrando a los clubes de primera y segunda división las cuotas obrero-patronales que le deben a la institución (deuda histórica, que por supuesto debe pagarse), como debería hacerlo a todo patrón que no cumple. De acuerdo a la CCSS el “Sapri” les debe un millón ochocientos mil, según Alarcón ya pagaron.
Hasta ahí, digamos que la cosa no presenta problemas, es un estira y encoge de quien debe y quien cobra. El problema es cuando Alarcón responde muy molesto preguntando qué le ha dado la CCSS al Saprissa. Primero, me importa un carajo lo que la CCSS le haya dado al Saprissa , o a cualquier otro club de fútbol, el asunto es lo que la CCSS le da al país, en su conjunto, lo que podría darle si sacamos a los políticos y a los corruptos de la institución, lo importante es lo que nos ha costado la CCSS a todos, lo que se luchó para crearla, a pesar de los patronos, empresarios y gente como Alarcón.
También cuestiona a la CCSS por las pensiones de los jugadores del Saprissa, quiere saber cuántos de esos jugadores tienen pensión. No sé si Alarcón piensa que los jugadores se pensionan cuando terminan su “ciclo productivo” dentro del fútbol, en otras palabras no sé si este señor pensará que, por ejemplo, Centeno cuando se retire dentro de un par de años, ya empezará a gozar de su pensión, y no como cualquier mortal de este país (que no diputados y demás especímenes políticos). Pensión que de acuerdo al salario percibido por este jugador será mejor que la del presidente. ¿pensará en eso Alarcón? No se le habrá ocurrido que cuando un jugador se retira pasa a trabajar en otra cosa, algunos se hacen empresarios, otros consiguen un trabajo como asalariado de acuerdo a lo que hayan estudiado o no. Para ponerlo en términos concretos, ¿de qué diablos se queja Alarcón? ¿de que les cobren lo deben pagar, y que todos, o casi todos, pagamos? Si no quieren tener deudas, pues que paguen y punto, ¿que no quieren pagar tanto? Pues no inflen los salarios de los jugadores, y se acabó el problema. Pero lo que no es correcto es poner en juego la lógica del mercantilización – que le sirve al Saprissa (quiero decir a Vergara) – dentro de una institución que funciona (o debería funcionar) bajo otra lógica, la de la solidaridad.
Esto vino a mi memoria cuando hace un rato vi la noticia, en la que este pachuco aseguró que a Costa Rica le regalaron un "Estadio Comunista". Y agrega: "Desafortunadamente ese es un estadio comunista, que no estuvo previsto para que entrara gente pagando, un estadio chino de los que se entra sin pagar y no hay controles… se tiene que poner todas las guías para que entre la gente. Prácticamente hay que transformar el estadio para operarlo en cada partido".

Que el estadio lo hayan regalado los chinos y lo que eso implica creo que se ha discutido ampliamente en el país, y desde mi punto de vista no se trata de ningún "regalo", y menos aún comunista. Lo que ocurre es que el estadio fue construido sin considerar la organización costarricense, con criterios, sí chinos, que poco tienen que ver con nosotros. Y lo que ocurre es que este señor, como siempre, y como buen capataz lo que más le interesa es la plata. Si el señor Alarcón tiene problemas con el estadio, se le sugiere que juegue el partido en el Rosabal Cordero, donde suponemos están las mejores condiciones para lo intereses económicos heredianos. Pero como ven aquí se piensa más en lo económico que en lo deportivo.

Sotela, que en realidad es un hombre de negocios y no sabe de fútbol, no aprende, y continúa degradando a la institución florense, no le bastó con verle la cara de imbéciles vendiéndoles las camisas de campeón sin haber jugado la final y luego salir a relucir sus ganancias mientras lo heredianos lloraban una nueva derrota que alarga la sequía de 18 años sin títulos.

Es precisamente por este tipo de dirigentes y personajes, tan ignorantes, tan prejuiciosos, con su visión puesta en el dinero, que el deporte de este país es tan mediocre.