“O se opta consciente y reflejamente, o la opción de nuestra vida se realiza sin que ni siquiera caigamos en la cuenta de ello. Pero en cualquier caso, nuestra vida y nuestra acción se inscriben en uno de los sectores contendientes. No hay marginados frente al conflicto social; hay sencillamente, contendores abiertos y contendores solapados, luchadores convencidos y tontos útiles. Demasiadas veces, y más por ingenuidad que por mala voluntad, los universitarios formamos parte de este último grupo. Todos estamos comprometidos: resta saber por quién”.
Ignacio Martín-Baró

jueves, 20 de diciembre de 2012

Apunte del fin del mundo...

Hago una pequeña pausa de estos apuntes gráficos, creo que amerita hacer una breve reflexión del "final de los tiempos".

He estado haciendo joda desde hace varias semanas sobre esto del fin del mundo, alguien me increpó casi exigiendo respeto por la cosmogonía maya. Pues no entendió nada. No hago mofa de la cosmogonía maya, hago mofa del fatalismo occidental, del uso del miedo como forma de control, el miedo vende, y mucho. Y recordemos que el sistema se sostiene porque se consume... de forma desmedida.

Nunca he creído que el mundo se vaya a acabar mañana o pasado, no creo que sea posible fijar una fecha, y si fuera posible habría que hacerlo viendo hacia atrás, no tanto al futuro. Creo que desde hace tiempo hemos venido acabando el planeta, y que esto es un proceso sostenido de destrucción, y por ende de nosotros mismos. Hay quienes tienen más responsabilidad que otros. Por ejemplo, no se puede comparar la responsabilidad del dueño de la Coca-Cola frente a la de, digamos, un vecino cualquiera (aún cuando ese vecino cualquiera no recicle ni media botella), la contaminación que uno y otro genera es disímil. Y sin embargo la responsabilidad se le suele tirar al vecino: recicle, ahorre energía, etc. Mientras por otro lado se le exige consumir. ¿Y la empresa? Mientras tenga una política de responsabilidad social corporativa, no pasa nada, son buenos. En nuestro país, para no divagar mucho, el tema de la producción limpia es sencillamente un slogan muy bonito, pero no efectivo, simplemente porque no se aplica como debería una política sostenida, estricta y consciente. Lo que importa es producir, es el crecimiento que es el sostén de la economía, y del fondo, por supuesto, que el capital se reproduzca, el cómo, vale madres. Ahora, lo discutible es si con esa política estricta de producción verde, podría haber capitalismo. Porque capitalismo y sostenibilidad ambiental son "antónimos". Lo uno niega lo otro. Así de sencillo.

Lo que le hemos hecho al planeta simplemente no tiene nombre. Y lo peor de todo es que lo hemos hecho en nombre de un absurdo, sosteniendo un absurdo. Una falsa noción de libertad sujeta al consumo irracional, como si tuviéramos 25 planetas. Lo más absurdo de todo, es que el sistema está hecho para que unos pocos acumulen lo que se produce entre muchos, y a eso le llaman naturaleza humana. Nos han hecho creer que este es el orden natural, que siempre ha sido así, que el ser humano es egoísta por naturaleza. Quienes nos acusan de querer volver a la era de piedra en el fondo están defendiendo una animalidad sin sentido, son ellos quienes se comportan como los animales de la edad de piedra. Eso es en lo que creen, en el fondo son eso, animales con poder, y nosotros les damos ese poder. Y lo que ocurre es que no tiene justificación algo así, simplemente contamos con la inteligencia necesaria para que sea diferente - yo sé que los hechos están probando lo contrario -, pero apelo a la racionalidad, por lo visto quienes gobiernan apelan, a la "racionalidad", pero de la animalidad. Este mundo tal y como está en este momento simplemente no tiene sentido. Hoy tenemos todos los elementos como para buscar otras formas de producir, pero eso implicaría parar... y eso es una mala palabra para los economistas, y también para quienes desde su día a día creen en el capitalismo y su crecimiento económico como única forma de organización económica, social y política.

Se nos va más de media vida trabajando, produciendo, destruyendo el planeta en ese mismo acto de producción, y no disfrutamos de la vida. Pensamos que la vida es consumo. ¿qué sentido tiene esto? Ninguno. Yo no sé para qué carajos vivimos, pero lo cierto es que me niego a vivir solo para trabajar. Me niego a tener que vivir produciendo para que alguien se haga rico a costa de mi trabajo, y que en este mismo acto otros simplemente mal vivan.

Una nueva era debería iniciar. A eso se referían los mayas. Pero muchas cosas deberían cambiar, también dijeron. Y las cosas no han cambiado, empeoran.

Y no creo que mañana ocurra el cataclismo que Hollywood y algunos insensatos esperan. Yo creo que "el fin del mundo" en realidad lo venimos provocando desde hace décadas de obstinado consumo irracional. Y lo que va a ocurrir no es que el mundo se acabe, es que el planeta se va a acomodar buscando el equilibrio que le hemos robado, y en esa búsqueda del equilibrio natural, una inmensa mayoría de la humanidad estará de más. Uno quisiera que la naturaleza tuviera el mecanismo para cobrar a cada quién de acuerdo a su responsabilidad, pero esa es tarea de un dios en el que no creo. Para ser muy honesto, y aunque quisiera vivir unos cuantos años más, creo que nos merecemos este final, por haber destruido el planeta de esta forma. No hay justificación. Nuestra forma de vida es absurda.

1 comentario:

  1. Me parece bien su comentario, soolo que no concuerdo con que nos merezcamos "este final" posiblemente se refiere al anunciado, presisamente porque la destrucción paulatina del planeta que se ha venido dando no es culpa de todos cono ustde bien lo apunta, ya el mismo orden universal hará los ajustes nesesarios y eso es lo que creo viene una era de conciencia en todos los sentidos.

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