“O se opta consciente y reflejamente, o la opción de nuestra vida se realiza sin que ni siquiera caigamos en la cuenta de ello. Pero en cualquier caso, nuestra vida y nuestra acción se inscriben en uno de los sectores contendientes. No hay marginados frente al conflicto social; hay sencillamente, contendores abiertos y contendores solapados, luchadores convencidos y tontos útiles. Demasiadas veces, y más por ingenuidad que por mala voluntad, los universitarios formamos parte de este último grupo. Todos estamos comprometidos: resta saber por quién”.
Ignacio Martín-Baró

miércoles, 2 de junio de 2021

Las primarias del PLN

Este domingo es la Convención para elegir el candidato presidencial del Partido Liberación Nacional, y en redes hay alguna gente que plantea que hay que ir a votar contra José María Figueres. No estoy de acuerdo. Si usted es de esas personas que cree que hay que ir a votar el domingo, acá le voy a dar cinco razones para no hacerlo.

Primero. Porque yendo a votar el domingo usted da la adhesión al PLN. Cierto no obliga a votarles posteriormente, pero infla de forma artificial su cantidad de partidarios. Por otro lado, dar la adhesión al PLN en alguna medida significa avalar sus propuestas. Puede que para las personas más jóvenes (sí, sueno como un abuelito) dar la adhesión, o sea, inscribirse como militante en un partido político no signifique nada, pero en términos del partido y su proyección sí significa algo, porque ese partido (no lo dude) enviará un mensaje político y va a decir que usted, y no sé cuántos más, ahora son militantes del partido, van a decir que el partido creció, y que la democracia, y no sé qué más. Sí gracias a su voto. 

Dos. Si uno no es militante ni simpatizante del partido, no tiene ningún sentido presentarse a votar en primarias de ese partido. 

Tercero, esas primarias son una farsa democrática. Lo voy a poner en términos futboleros, es exactamente como elegir al "jugador Rexona del partido", una elección entre dos opciones que previamente definieron los comentaristas que se pusieron de acuerdo, además de un canal que tiene señal por circuito cerrado. Pero en el caso del PLN es peor aún, porque los cinco señores que se proponen como candidatos son aquellos que pueden pagar nada más y nada menos que veintinueve millones de colones. Dicho de otra forma, es precadidato quien puede pagarlo. Así que esos cinco señores que proponen su nombre para ser candidatos son los que han podido comprar su precandidatura, el PLN ya de entrada impide que cualquiera presente su nombre como precandidato, pero eso sí, luego nos dice que podemos participar de la democracia del partido, como quien dice vaya "eliga al jugador rexona", e igual que en el canal de televisión de circuito cerrado, la elección viene condicionada ya de entrada. Así que si participa, sepa que está avalando con su adhesión y su nueva simpatía la "democracia" del que puede comprarse su precandidatura. 

Cuarto. Votar contra Figueres. Supongamos que sí, que hay que votar contra Figueres, evitar que sea el candidato. Sí está bien, si los puntos uno, dos y tres no lo han convencido; piénselo un poco, okey, vota contra Figueres, yo le pregunto: ¿a quién sí le va a votar? ¿al candidato machista? ¿al viejillo chocho que dice que hay que tomar cloro para curarse del covid? ¿al rabioso antisindical? ¿al que ha aprobado el plan fiscal? ¿al que no se ha pronunciado contra la penetración del narco en su partido? ¿al que no le ha incomodado la alianza con los partidos fundamentalistas evangélicos? ¿al que abandonó la socialdemocracia y está abrazado ferozmente al neoliberalismo? ¿al que aprueba la ley de empleo público? ¿al que no ha dicho nada contra esa aberración de objeción conciencia en la ley de empleo público? ¿al que está a favor de la explotación piñera? ¿al que apoyó la ley de pesca de arrastre? ¿al que cada vez que se le acaban los argumentos grita "¡Venezuela, Venezuela, Venezuela!"? ¿al que no tiene otro plan más que convertir al país en una gran zona franca? ¿al aprobó los recortes en educación? Usted me dirá si distingue quién es quién. Porque en en realidad no se sabe cuál candidato es peor. Es imposible distinguir quién es el menos mal, cuál es el mal menor. Todos y cada uno de ellos son parte de ese "consenso neoliberal". Pero claro, ¡hay que votar Figueres! Si usted vota, sepa que está refrendando a un candidato neoliberal, ciertamente hay matices, pero recordemos aquello de Roque Dalton: "No olvides nunca/ que los menos fascistas/ de entre los fascistas / también son/ fascistas". (En Poemas clandestinos; 1975)

Quinto. Estamos en medio de una pandemia, en serio ¿quiere arriesgarse a contagiarse para participar en un proceso "elitista" de un partido neoliberal, corrupto y penetrado por el narco? ¿su vida vale tan poquito?

Y bien, ya si nada de esto logró disuadirlo, es que tal vez usted tiene un problema serio y con ideas suicidas, o tal vez sea algo mucho más oscuro: ¡que usted en el fondo es liberacionista!. Nada más que decir. 

2 comentarios:

  1. Realmente errada y bastante ofensiva tu opinión. Figueres tiene demasiada cola y es por mucho el peor, y las elecciones pasadas nos enseñaron que debemos involucrarnos desde temprano, hacer valer nuestra voz, aprovechar cada oportunidad y no esperar hasta el último momento. Si usted no va a hacer nada al menos respete a quienes sí quieren evitar que lleguen esas ratas de nuevo al poder.

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    1. No es que no vaya a hacer nada, solo que creo que el hacer no está ahí.
      Y digamos que sí, que Figueres es el peor, pero los otros cuatro son nefastos... Así que, cómo le dije el hacer, al menos el mío, no está ahí.

      Y si se siente ofendido, pues qué pena.

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