"Aquí yo soy un poquito más leve...", así empieza la defensa de Josué Quesada a Jeaustin Campos. Según Quesada, todo un "intelectual" y "periodista" deportivo, Campos no es racista porque básicamente lo que ocurría es que Javon East y Campos tenían una mala relación desde hace dos años. Y Campos suele ser hiriente cuando habla (esto último lo dice en tono de papá regañón). Gustavo López Cárcamo, otro intelectual, agrega un argumento "irrebatible" en defensa de Campos: "tiene amigos negros", y procede a hacer la lista. A pesar de los esfuerzos que hacen este par de "intelectuales", "negro de mierda" y "negro bastardo" son insultos racistas, esto es irrebatible. Solo un racista se puede referir así a una persona negra, la intención de insultar por el color de la piel es evidente.
No veo por dónde se pueda defender a Campos. Y si alguien tiene alguna duda, simplemente hay que hacer una pregunta muy básica ¿por qué recurrir a la raza como insulto? ¿acaso se insulta a alguien por blanco? ¿A alguien le han insultado diciéndole "blaco de mierda" o "blanco bastardo"? La respuesta es obvia. Y sin embargo, López y Quesada hacen malabares y recurren a justificaciones que no se sostienen para defender lo indefendible.
Demos una vuelta de tuerca mas, y pongámoslo en otro plano. Él le pegó a su pareja no porque sea un agresor, si no porque desde hace dos años tienen una mala relación. Él no le dijo insultos misógenos porque sea machista, se los dijo porque desde hace dos años tienen una mala relación, pero él no es machista porque vea que tiene amigas, hijas y hasta mamá, no puede ser un machista ni agreosr, es que es una persona que utiliza palabras hirientes. Más o menos así es la defensa de López y Quesada. Un absurdo.
Esto es lo que pasa cuando los periodistas quieren ser parte del espectáculo, cuando los periodistas son amigos de jugadores, técnicos y directivos; cuando se han perdido todos los límites del oficio y todo atisbo de objetividad; cuando las opiniones personales se disfrazan de verdades y ni siquiera llegan a ser opiniones informadas. Pero si a eso le sumamos ignorancia, vagancia intelectual y ese conservadurismo rancio, lo que tenemos en una bomba. Y la bomba explota cada vez que estos ignorantes, orgullosos de su mediocridad, se posicionan frente a temas sensibles como el machismo, el racismo, la corrupción, o como cada vez que hablan de política. Como cuando Quesada aseguró, como quien da una clase, que Hitler había escrito el Manifiesto Comunista y que no había sido tan malo para Alemania. Sin sonrojarse lo dijo. El problema es que estos tipos pueden decir lo que les da la gana porque saben que no tendrán consecuencias, porque a empresas como Tigo solo les importa el dinero, y esto les genera raiting.
Quesada y López, defendiendo a su amigo, lo único que hacen es defender las actitudes racistas, las justifican. No se trata de crucificar a Campos, de lo que se trata es que esta forma de violencia no se reproduzca en ningún espacio de nuestra sociedad. Así que el Saprissa ha actuado a la altura despidiendo de forma inmediata a Campos, abriendo, además una investigación a Ángel Catalina que al parecer no hizo nada, o más sí hizo algo: justificó la agresión racista diciendo que era parte de la cultura costarricense. Lo más seguro es que este señor no vea otra cosa más que Tigo Sports.
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