“O se opta consciente y reflejamente, o la opción de nuestra vida se realiza sin que ni siquiera caigamos en la cuenta de ello. Pero en cualquier caso, nuestra vida y nuestra acción se inscriben en uno de los sectores contendientes. No hay marginados frente al conflicto social; hay sencillamente, contendores abiertos y contendores solapados, luchadores convencidos y tontos útiles. Demasiadas veces, y más por ingenuidad que por mala voluntad, los universitarios formamos parte de este último grupo. Todos estamos comprometidos: resta saber por quién”.
Ignacio Martín-Baró

miércoles, 12 de junio de 2013

Un primer año de gestión vertical

Lo más probable es que este apunte no guste a las autoridades universitarias, ni a algunos mandos medios, como tampoco gustaron los dos anteriores sobre el CAP, algunas miradas así me lo han dejado saber. Pero lo bueno de estar y trabajar en una Universidad Pública es que el debate y la opinión es parte de nuestro quehacer, también lo es la política, y se hace política desde muchos espacios, a pesar de la burocracia que ahoga a la Universidad.

Hoy el Rector Henning Jensen presentaba su primer informe de labores. Sin embargo había convocadas  manifestaciones estudiantiles; una de los y las estudiantes de Psicología en su lucha por el
financiamiento y fortalecimiento del CAP; y la otra por parte de la FEUCR y otros colectivos de estudiantes que reclamaban la actuación del Rector en las negociaciones del préstamo del Banco Mundial. Era por todos conocido que los y las estudiantes llegarían al Auditorio de Derecho.

Bien. Dicho esto, se pueden señalar una serie de errores que alimentaron el descontento que los y las estudiantes expresaron hoy. Porque lo de hoy se viene gestando desde hace tiempo, los han expresado estudiantes, pero también ese malestar se siente en docentes (sobre todo interinos) y hasta dentro de la mismísima burocracia. Pero sucede que la vanidad, el elitismo, la torpeza, el clasismo de algunas de las autoridades universitarias, de mandos medios y de los "perritos falderos" de esta administración y de esos que aplauden como focas cualquier cosa que diga o haga el Rector, no les permite ver que desde hace meses se viene cultivando un malestar, un germen de descontento, que aún no ha estallado del todo, y del que apenas se ha visto una pequeña manifestación, la punta del iceberg que llaman. Si no lo quieren ver, pues peor... para todos, para la Universidad.

El cartel es elocuente... el presupuesto más que justificado

Me voy a centrar en el CAP.

Lo del CAP no es nuevo, Henning Jensen conoce de su problemática desde que decidió lanzarse en su campaña por la Rectoría hace más de dos año. De hecho asumió el compromiso de fortalecer el CAP, y la Escuela de Psicología lo apoyó de forma casi unánime. Entonces esta situación no le era desconocida. Y por eso es que pudo haberse resuelto hace mucho tiempo, pero optó por no hacerlo, y más bien su Vicerrector de Docencia anuncia un recorte de más del 85% del presupuesto del CAP. ¿Eso es fortalecer y estar comprometido con el CAP? Claramente no. La voluntad en la administración pública se manifiesta con dinero, si no hay recursos las cosas no existen, así de simple. Si el Rector tuviese la voluntad, el compromiso, hace tiempo que hubiese otorgado los recursos, así es como se muestra de  verdad la voluntad política, lo hizo a regañadientes y por la presión estudiantil.

Amanda Mesén, Presidenta de la Asociación de Estudiantes de Psicología
Pero de todo esto, lo que no comprendo, es por qué se tensionó tanto la cosa, por qué el Rector dejó que se tensionara, por qué él mismo con su desprecio tensionó la cosa de tal forma. Porque ya se sabe, ahora se sabe (los estudiantes de Psicología lo tiene clarísimo), que el asunto era bastante simple de resolver, porque se resolvió en la última semana ya de forma definitiva. ¿Costaba tanto? ¿Por qué sólo a punta de güevazos? ¿Por qué fue hasta que los y las estudiantes se hartaron de la situación?  ¿Qué ganó el Rector con su actitud? Nada. Perdió, y mucho. Fueron los estudiantes de Psicología los que se han anotado un triunfo político. Pierden el Rector y la Directora de la Escuela de Psicología.

¿Por qué dejarles plantados en el foro? Se excusa el Rector en un asunto familiar, pero ¿por qué simplemente no propuso otra fecha para dialogar con los estudiantes? Agenda llena dicen, pero al final tuvo que reunirse con ellos al día siguiente, no con todos por supuesto, ni en un espacio abierto, sino en su oficina. Porque el Rector pudo llegar al foro, y explicar su situación, los estudiantes tenía el ánimo genuino de conversar, pudo en persona excusarse y explicar cuál debía ser la ruta para el presupuesto del CAP. Esa actitud, ese gesto, hubiese mostrado su voluntad de diálogo, nadie hubiera podido reprocharle al Rector que se quedara unos minutos. Eso hubiese hecho que la protesta de los estudiantes de Psicología no se produjera. Pero el Rector prefirió que se quedara "La Silla Vacía". Pésima lectura política.



Ahora, lo que toda esta situación deja ver es que hay un modelo de gestión absolutamente vertical que se está agotando, y me refiero no sólo a la UCR, si no también al país. No es mera casualidad que los reclamos dirigidos hoy al Rector sean exactamente los mismos que se le dirigen al malgobierno de la Chinchilla: falta de diálogo, decisiones unidireccionales, pero sobre todo una línea de gestión que ralla en lo tecnocrático. Los tiempos exigen otro tipo de gestión en donde las decisiones se tomen de otra forma, eso puede tardar más, pero generar grandes acuerdos es el camino más seguro.



Pero las autoridades universitarias han optado por mantener esa estructura universitaria que es tremendamente vertical, y por lo tanto, antidemocrática. Por algo el señor Rector hoy apeló a que los estudiantes se dirigieran a la Directora de la Escuela de Psicología. Y eso en el fondo lo que quiere decir es que no reconoce a los estudiantes como interlocutores, eso lo que quiere es que no quiere dialogar con estudiantes, sino con "La Autoridad", con "un adulto". Lo más grave de eso es que resulta muy contradictorio con su discurso de querer una Universidad "más inclusiva y solidaria". El Rector no dialoga con los estudiantes, hace que dialoga con ellos, como en el video que presentó, es una ficción. Porque el Rector simplemente no dialoga con estudiantes, es como si para él, y su "gabinete" fueran un mal necesario.

A regañadientes el Rector firmó, por fin, el apoyo al CAP. La cara del estudiante lo dice todo. 

Una suma de errores y malas decisiones fueron entonces lo que dieron al traste con el acto solemne de presentación del informe del primer año de gestión del Rector, un hecho sin precedentes, por los menos en los últimos 18 años, que es de lo que tengo memoria universitaria. Mal harían las autoridades si en vez de interpretar correctamente lo ocurrido mantienen esa actitud de enojarse, hacer malas caras, tratar de idiotas e imbéciles (como lo hizo una directora de una importante oficina) y buscar a los responsables en cualquier lado. Deberían considerar esto como una llamada de atención, y ser más humildes y reconocer los graves errores políticos que cometieron y provocaron que todo esto sucediera.



Henning Jensen es psicólogo, he estado en muy buenas clases que ha impartido sobre violencia social, sobre teoría crítica, y por eso es que creo que debería tener claros los "síntomas" y sus causas estructurales, y comprender lo que ha ocurrido hoy.  Pero hasta el momento todo me hace pensar que una cosa es la clase (la teoría) y otra la realidad (la práctica). Triste metáfora para estos tiempos.