El mes de abril no se caracterizó por acuerdos que pudiéramos llamar importantes en el Concejo Municipal de Curridabat, más bien fue el escenario de negociaciones, tensiones y chismes, que culminaron con la elección del nuevo directorio del Concejo.
Los resultados: Edwin Artavia del PAC como presidente, y Azucena Mora, como vicepresidenta.
Sobre estos hechos cabe mencionar algunos aspectos importantes, que definitivamente tienen un impacto político más allá del Concejo Municipal mismo.
Empecemos por mencionar, que para la elección del Directorio del 2006, los partidos PAC, Pro-Curri y Azucena Mora del PLN, firmaron un pacto en el cual, la regidora del PLN ocuparía la presidencia y Artavia (PAC) la vicepresidencia en ese período, y que en la nueva elección del Directorio la situación se invertiría, tal y como finalmente ocurrió.
El pacto firmado tenía la clara intención de hacer contrapeso a la Alcaldía, en ese momento ocupada por Lucy Retana del Partido Curridabat Siglo XXI. Sin embargo, con el triunfo holgado de Edgar Mora en la elección de Alcaldes en el 2006, la correlación de fuerzas cambió. Curridabat Siglo XXI arrasó y obtuvo la presidencia de los cuatro Concejos de Distrito del Cantón, lo cual evidentemente puso a Curridabat Siglo XXI como la fracción más numerosa en el Concejo, aunque con minoría en las votaciones.
Junto con la correlación de fuerzas también cambió el estilo de gobierno en la Alcaldía, y el rumbo administrativo, con mayor visión y control de la municipalidad el alcalde logró consensuar muchos proyectos importantes para la comunidad.
El cambio de la Alcaldía trajo consigo un proyecto de cantón mucho más claro, ya que se profundizó en la propuesta presentada por Retana en el 2003. Por primera vez en muchos años la inercia dejó de gobernar en Curridabat, y con un proyecto y programa de gobierno más definidos se inició una nueva etapa para la Municipalidad.
Es posible delimitar dos periodos importantes dentro de la primera mitad de este periodo: el primero caracterizado por el conflicto, por la falta de acuerdos y las acusaciones cruzadas.
El segundo periodo, bastante más productivo, aunque por supuesto, también con algunos conflictos importantes. Este segundo periodo los niveles de acuerdo y la cantidad de acuerdos del Concejo Municipal fue notable, tan es así que se aprobaron proyectos importantes como la compra del terreno de ACERPA para ubicar ahí al Liceo Técnico de Tirrases, entre otros ejemplos que se podrían citar.
Con una Alcaldía mejor posesionada ante la opinión pública y con mayor control del aparato administrativo, la oposición arreció los ataques, sobre todo desde las filas del PAC.
Este es el panorama antes del primero de mayo, con el PAC haciendo contrapeso, el Partido Pro-Curri con una actitud colaboracionista con la Alcaldía pero con interés de que la Alcaldía no crezca demasiado ante la opinión pública, el PLN partido y Curridabat Siglo XXI unido, excepto la regidora Dubilia Mora, que coyunturalmente se alía al PAC (específicamente a Artavia y a Edgar Obregón) de acuerdo a sus intereses (o como ella los llama principios heredados).
Es necesario mencionar que el bloque que firmó el pacto no se mantuvo monolítico en estos dos años, ya que la ofensiva lanzada por Artavia no era compartida por el resto del grupo, y tomaron visible distancia del regidor del PAC.
Con este escenario se dieron las “negociaciones” para el nuevo directorio. El interés central del bloque opositor: frenar a la Alcaldía. Pero veamos en base a qué se dieron esas “negociaciones”.
Los primero que hay que resaltar es que las negociaciones por el nuevo directorio no estuvieron fundamentadas en programas o visiones de cantón. Ninguna de las fracciones representadas en el Concejo Municipal ha presentado (en dos años) su propuesta política o ideológica (que sí que cuenta). Si nos atenemos a lo visto a lo largo de 105 sesiones ordinarias, es posible decir que no se sabe cuál es el proyecto cantonal del PAC, del PLN menos, y Pro-Curri, un partido cantonal pequeño y nuevo apenas empieza a comprender de qué va la cosa. Solamente Curridabat Siglo XXI tiene una propuesta más clara, y está plasmada en su Plan de Gobierno.
Así las cosas, las negociaciones solamente se han podido plantear en términos de personas individuales, sin proyecto, solamente con el afán, en el caso de la oposición, de que la Alcaldía no crezca más, y de que tenga un contrapeso, ese fue el origen del pacto, y no otro, por supuesto también juegan los egos y la sed de poder.
A dos días de la elección del directorio Curridabat Siglo XXI anunció que se no presentaría candidatos al directorio, ya que según su análisis una candidatura de ese partido era sencillamente inviable, por lo que anunció a apoyaría al candidato del PLN.
Según fuentes liberacionistas el candidato oficial era el regidor Bernal Allen, quien para el PAC y Pro-Curri representaba un aliado de la Alcaldía. A lo interno del PLN hay división y es sabido que Azucena Mora no tiene buenas relaciones con Allen.
Sin embargo, este escenario (y hay que tomar en consideración que Edwin Artavia denunció la existencia del pacto públicamente para ponerle presión a Mora) ponía en aprietos a la regidora Azucena Mora, y la dejaba sin salida, cualquier decisión que tomara sobre su voto (que fue el decisivo) la ponía de frente a la traición: o violaba el pacto firmado dos años atrás, o, rompía la línea del partido. Finalmente se decantó por honrar el pacto, y desafiar al casi todopoderoso PLN.
Así las cosas se abre un nuevo periodo en el Concejo Municipal, no vamos a especular si será más, o menos, complicado que el anterior. Lo que sí se puede afirmar es que el gran perdedor de la jornada fue el PLN que no pudo retener la presidencia, y peor aún, ni siquiera lograron que una regidora de su partido votara por su compañero, lo que los deja evidenciados y fuertemente divididos, y así lo ha reconocido públicamente su dirigencia cantonal.
Por otro lado, el Partido Cantonal Pro-Curri, se desdibuja y se pliega en el inicio de la carrera electoral a la oposición ejercida por el PAC.
Por su parte el PAC, que se siente el gran ganador, tampoco ha salido ganancioso. La razón es muy sencilla, después de un año de muchos acuerdos, tanto en cantidad como calidad, un ejercicio autoritario (Artavia es muy dado a ello) o una mala conducción del debate podría dejar al PAC reducido a la obstrucción, recordemos que los medios de comunicación masiva le han dado ese lugar, lo que afectaría severamente sus posibilidades de ejercer una buena presidencia y una buena oposición, y si se suma a ello la falta de programa político a nivel local, consideramos que las cosas se le complican al PAC.
En ese sentido si el PAC quiere tener posibilidades debería replantearse el tipo de oposición que ha hecho, y variar sensiblemente su estrategia y su táctica (o al menos entender la diferencia) y dirigir sus ataques, no a la persona del Alcalde, si no a su plan de Gobierno. Pero esto, por lo visto en estos dos años, parece difícil.
Finalmente Curridabat Siglo XXI, al no aspirar a ninguna candidatura, y aunque no ganó el candidato que apoyaba, no perdió nada, el escenario es el que se tenía previsto, y se conocía del pacto. Y por otro lado, al contar con la Alcaldía, los cuatro Concejos de Distrito y una opinión pública muy favorable a la gestión del Alcalde, lleva todas las de ganar, ha sido más hábil y directo en la comunicación con el pueblo, pero además cuenta con una herramienta indispensable en la política, que es, su programa, hay un rumbo bastante claro de a dónde se va.
Con este escenario que se abre, habrá que ver si la oposición es capaz de plantear un proyecto alternativo, sólido y realizable, de lo contrario Curridabat Siglo XXI seguirá por mucho tiempo más con el control de la Alcaldía, y ojo, posiblemente pueda hacerse con el control del Concejo Municipal.
Comentario escrito para el periódico cantonal Monitor XXI, una versión editada fue publicada en la edición de mayo de 2008.
pero que es eso, traicion en el concejo???
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